El DAX y el FTSE 100 se hunden en la apertura: Europa entra en pánico antes del dato del IPC
Las principales bolsas europeas amanecieron con fuertes caídas este viernes, en una jornada marcada por la expectativa del nuevo dato de inflación de la Eurozona y la persistente crisis política en Estados Unidos, donde el Congreso sigue sin aprobar el fin del cierre del Gobierno. Los inversores optaron por la cautela y la venta de activos de riesgo ante un panorama de incertidumbre creciente.
El DAX alemán encabezó las pérdidas con un desplome del 1,28 % o 309 puntos a las 8:00 a.m. CET, seguido por el FTSE 100 británico, que retrocedió un 1,92 %, equivalente a 180 puntos, golpeado por la caída del sector energético y la debilidad de la libra frente al euro. En paralelo, el Euro Stoxx 50, que agrupa a las mayores empresas del continente, perdió un 0,92 %, mientras el CAC 40 francés bajó un 0,62 % un minuto después.
La sesión premarket reflejó el nerviosismo de los inversores ante la inminente publicación del Índice de Precios al Consumo (IPC) de la Eurozona, que podría definir los próximos pasos del Banco Central Europeo (BCE) en política monetaria. Los analistas anticipan una leve moderación de la inflación, aunque el componente subyacente —que excluye energía y alimentos— sigue siendo una preocupación clave.
La incertidumbre también llega desde el otro lado del Atlántico. En Estados Unidos, el Congreso fracasó nuevamente en aprobar un acuerdo para levantar el shutdown gubernamental, que ya entra en su tercera semana y amenaza con frenar la actividad económica. Este bloqueo político ha generado presiones adicionales en los mercados globales, alimentando la huida hacia activos refugio como el oro y el franco suizo.
Pese al tono bajista, las divisas europeas mostraron ligeras ganancias frente al dólar. El euro subió un 0,31 %, cotizando en $1,1724, mientras la libra esterlina avanzó un 0,26 %, hasta $1,3467, en un rebote técnico impulsado por las expectativas de una política monetaria más estable por parte del Banco de Inglaterra.
Los expertos prevén una sesión de alta volatilidad hasta conocerse los datos oficiales del IPC. Si la inflación resulta más elevada de lo previsto, los mercados podrían extender las caídas, mientras que una sorpresa positiva podría ofrecer un respiro temporal. Sin embargo, la combinación de tensión política en Washington y debilidad económica en Europa mantiene el riesgo sobre la mesa.