Una operadora española pone rumbo al parqué para acelerar su expansión

DIGI da el gran salto: saldrá a Bolsa en España con el respaldo del Santander

DIGI da el gran salto: saldrá a Bolsa en España con el respaldo del Santander

La operadora de telecomunicaciones DIGI España, actualmente con una cuota cercana al 10% del mercado, prepara su estreno bursátil en 2026 para financiar el despliegue de fibra óptica y tecnología 5G. La compañía ha designado a Barclays, Banco Santander y UBS como coordinadores globales, y a Rothschild & Co como asesor financiero principal.

DIGI España da un paso decisivo en su estrategia de crecimiento: prepara su salida a bolsa para 2026, tanto mediante una Oferta Pública de Venta (OPV) como una Oferta Pública de Suscripción (OPS). La compañía controla una base de clientes que le otorga una posición como cuarto operador del país, con cerca del 10% de cuota en número de líneas. 

La valoración inicial estimada de la entidad se sitúa en torno a 2.500 millones de euros, incluyendo deuda, y los analistas apuntan a un ebitda esperado de entre 275 y 285 millones de euros para 2026 como soporte de dicha valoración. 

La evolución de DIGI destaca por su modelo agresivo de crecimiento: ha invertido más de 1.500 millones de euros desde su entrada en España, fundamentalmente en redes de fibra óptica y en el arranque de su red móvil 5G —activada el 1 de julio de 2025—; tan solo en el primer semestre de este año invirtió 169 millones de euros

La operación bursátil se estructura con la colocación de entre el 25 % y el 30 % del capital de DIGI España, permitiendo así que los fundadores y accionistas principales mantengan control mayoritario. 

El papel del Banco Santander y otros bancos de inversión en esta operación resulta relevante: actuarían como coordinadores globales de la oferta inaugural, contribuyendo no solo al diseño del proceso, sino también a la captación de inversores institucionales y al óptimo posicionamiento de la acción. 

Para el sector de telecomunicaciones, esta operación supone una señal de relevancia: mientras se vive un periodo de consolidación entre los operadores tradicionales —como la fusión de Orange y MásMóvil— DIGI busca consolidarse como el jugador independiente que sigue creciendo por volumen y escala. 

No obstante, los analistas advierten sobre los riesgos asociados: sus márgenes se encuentran presionados por el modelo low cost, y la elevada inversión en crecimiento exige un buen equilibrio entre expansión y rentabilidad. ¿Logrará DIGI transformar su crecimiento comercial en generación de caja sostenible? Las decisiones estratégicas a partir de ahora serán clave.