El mercado estadounidense entra en pánico tras nuevas amenazas de sanciones tecnológicas contra China, la quiebra de un prestamista subprime y el malestar de los agricultores por los aranceles de Trump.

El Dow Jones se desploma 500 puntos: Trump reaviva la guerra comercial y la banca subprime vuelve a temblar

EPA/JUSTIN LANE

El Dow Jones Industrial Average (DJIA) cerró el miércoles con una caída de más de 500 puntos, arrastrado por el renacimiento de los temores comerciales entre Estados Unidos y China, la bancarrota de un nuevo prestamista subprime y las crecientes tensiones en el sector agrícola por las políticas del presidente Donald Trump.

Los inversores afrontaron una jornada de fuerte aversión al riesgo, marcada por el anuncio de que la administración Trump evalúa nuevas restricciones a las exportaciones de software estadounidense hacia China, en respuesta al endurecimiento del control chino sobre la exportación de minerales raros.

El gobierno estadounidense estudia imponer limitaciones al envío de programas y servicios digitales clave, un movimiento que podría afectar directamente a gigantes tecnológicos como Microsoft, Oracle y Salesforce. El objetivo sería presionar a Pekín en plena escalada por el control de la cadena de suministro global de tierras raras, esenciales para la fabricación de chips, baterías y equipamiento militar.

“Es un golpe directo al corazón de la interdependencia tecnológica entre las dos potencias”, señaló un analista de Bloomberg Intelligence, recordando que Estados Unidos depende en más del 80% de las importaciones chinas de estos materiales.

El fantasma del crédito subprime vuelve a aparecer

El clima se agravó cuando PrimaLend, un prestamista especializado en créditos subprime, se declaró en bancarrota, lo que reavivó los temores de un nuevo contagio financiero. El colapso ocurre apenas semanas después del quiebre de otra entidad de préstamos automotrices, lo que alimenta la preocupación por una posible burbuja en el crédito de alto riesgo.

La noticia generó una oleada de ventas en Wall Street, especialmente en bancos regionales y financieras como Zions Bank y Western Alliance, que ya venían mostrando signos de debilidad.

Trump, en guerra con sus propios agricultores

Por si fuera poco, la Casa Blanca también enfrentó una rebelión de los ganaderos estadounidenses tras el anuncio de un plan para importar carne de Argentina y compensar la escasez provocada por los aranceles del 50% impuestos a Brasil.

Los productores de carne de res denunciaron la medida como una traición al campo estadounidense. Trump respondió con dureza, asegurando que “los granjeros no entienden cómo los aranceles los están beneficiando”. Las declaraciones provocaron malestar entre las asociaciones agrícolas y acentuaron la sensación de caos político y económico.

Mercados en rojo y señales de fragilidad

El Dow Jones llegó a caer más de 500 puntos en su peor momento del día, mientras que el S&P 500 perdió un 1,4% y el Nasdaq 100 un 1,2%, con los sectores tecnológico y financiero entre los más castigados.

Los analistas advierten que los múltiples focos de tensión —comercial, crediticio y político— podrían anticipar una corrección mayor en los próximos días. “El mercado está reaccionando no solo a los datos, sino a la creciente sensación de improvisación en la política económica de Trump”, indicó un estratega de JP Morgan Securities.

Entre guerras comerciales, granjeros indignados y quiebras financieras, el mensaje de Wall Street es claro: el riesgo vuelve a dominar la escena. Y mientras Trump insiste en que todo está “bajo control”, el Dow Jones refleja otra historia: la de un mercado que empieza a perder la paciencia.