El Dow Jones se dispara 200 puntos mientras la Fed desata un “rally de alivio” en Wall Street

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El Dow Jones es un índice bursátil que refleja la evolución de las principales empresas en Wall Street. Su reciente alza, impulsada por la Fed, genera un rally de alivio en los mercados. 

Las bolsas globales encadenan dos sesiones de fuertes subidas mientras el mercado ya descuenta con más de un 80% de probabilidad que la Reserva Federal recorte los tipos en diciembre. El Nasdaq ha firmado su mayor subida diaria desde mayo y los rendimientos de la deuda estadounidense vuelven a situarse cerca del 4%, en un “rally de alivio” que convive con dudas de fondo sobre las valoraciones tecnológicas, la salud del consumo y el riesgo de intervenciones en divisas como el yen.

Un rebote que nace en la Reserva Federal

Después de la mayor caída semanal desde agosto, los índices han dado la vuelta al guion. Lo que la semana pasada era miedo a que la Fed se quedara corta en recortes, hoy es casi euforia por el giro dovish del banco central. La clave ha sido el cambio de tono de varias voces de peso dentro de la institución.

Primero fue John Williams, presidente de la Fed de Nueva York, quien abrió la puerta a que los tipos “puedan bajar en el corto plazo”. Después, el gobernador Christopher Waller se sumó al mensaje asegurando que los datos disponibles muestran un mercado laboral lo bastante débil como para justificar otro recorte de un cuarto de punto. Y, ya en la recta final de la sesión, la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, respaldó públicamente la idea de bajar tipos en la reunión de diciembre al detectar deterioro en el empleo.

El resultado se ve en las probabilidades implícitas: los futuros de tipos descuentan ya alrededor de un 85% de opciones de recorte de 25 puntos básicos en diciembre, frente a poco más del 42% hace solo una semana. Para muchos gestores, el movimiento tiene también una explicación muy simple: el mercado se había “pasado de frenada” en el pesimismo y bastaba una señal de la Fed para desencadenar un rebote violento.

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La tecnología vuelve a tirar del carro

Con este telón de fondo, Wall Street cerró claramente en verde. El Dow Jones subió en torno a un 0,4%, el S&P 500 ganó alrededor de un 1,5% y el Nasdaq Composite se disparó cerca de un 2,7%, en la que ha sido su mayor subida diaria desde el 12 de mayo.

El liderazgo volvió a estar en las grandes tecnológicas y en los valores vinculados a la inteligencia artificial. El índice sectorial de comunicación y servicios del S&P 500 se anotó casi un 4%, impulsado por el salto de más del 6% de Alphabet, matriz de Google. El famoso grupo de las “Magnificent Seven” —los grandes nombres ligados a la IA y al crecimiento— recuperó gran parte del terreno perdido en las últimas sesiones, cuando las dudas sobre unas valoraciones demasiado estiradas habían provocado ventas masivas.

Aun así, el debate de fondo no desaparece. El S&P 500 y el Nasdaq siguen camino de cerrar el mes en rojo y muchos analistas recuerdan que un par de sesiones de rebote no son suficientes para borrar semanas de corrección. La pregunta no es solo si la Fed recortará en diciembre, sino si lo hará en un contexto de beneficios empresariales que justifique las valoraciones actuales de los gigantes tecnológicos.

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Bonos, divisas y petróleo: la otra cara del “rally”

El optimismo bursátil ha venido acompañado de un respiro en la renta fija. La rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años cayó ligeramente, hasta el entorno del 4,03%-4,04%, consolidando el retroceso registrado tras el cambio de tono de la Fed. La subasta de dos años, por 69.000 millones de dólares, se saldó con una demanda sólida, con un ratio de cobertura por encima de la media reciente, señal de que los inversores siguen viendo atractivo el rendimiento de la deuda corta en un escenario de tipos más bajos en 2025.

En divisas, el dólar cedió unas décimas frente a la mayoría de monedas, con el euro rondando los 1,15 dólares y la libra estabilizada en el entorno de 1,31. El foco, sin embargo, estuvo en el yen: la moneda japonesa volvió a debilitarse hasta la zona de 157 yenes por dólar, reavivando las especulaciones sobre una posible intervención de Tokio para frenar la depreciación. Asesores cercanos al Gobierno han vuelto a insistir en que Japón puede actuar de forma activa en el mercado de divisas para mitigar el impacto económico de un yen demasiado débil.

En materias primas, el crudo rebotó alrededor de un 1,3%, con el West Texas y el Brent recuperando algo de terreno. El movimiento refleja una mezcla compleja: por un lado, el mercado da más peso al apoyo que supondría un recorte de tipos para la demanda global; por otro, persiste la incertidumbre sobre el avance de las negociaciones de paz entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia, que podrían acabar relajando sanciones y devolviendo más barriles rusos al mercado si prosperan.

Europa se suma al movimiento… con la vista en los datos

Las bolsas europeas también cerraron al alza, aunque con movimientos más contenidos. El STOXX 600 subió de forma moderada tras haber llegado a subir más durante la sesión, apoyado tanto en las expectativas de tipos como en los signos de avance hacia un posible marco de paz en Ucrania. A nivel global, el índice MSCI de renta variable mundial firmó una de sus mayores subidas diarias desde principios de mes, reflejando que el giro de sentimiento no es exclusivo de Wall Street.

Ahora, la atención del mercado se desplaza a los datos que vienen. En Estados Unidos, la reapertura del flujo estadístico tras el largo cierre del Gobierno traerá de vuelta referencias clave: ventas minoristas, índice de precios de producción (PPI), pedidos de bienes duraderos, confianza del consumidor y vivienda. Todo ello en una semana acortada por el festivo de Acción de Gracias en la que, además, arranca oficialmente la campaña de compras navideñas con el Black Friday y el Cyber Monday.

La salud del consumidor —que supone alrededor del 70% del PIB estadounidense— será el termómetro real de si la economía soporta la combinación de tipos altos, inflación aún elevada y aumento de los anuncios de despidos en varios sectores. De momento, la Federación Nacional de Retail sigue esperando que las ventas navideñas superen por primera vez el billón de dólares, y compañías como Best Buy tendrán que demostrar si esa confianza está justificada cuando presenten resultados.

Para el lector de Negocios TV, la conclusión es clara: el mercado está respirando hondo gracias a la Fed, pero no se han despejado todas las incógnitas. El “rally de alivio” puede seguir mientras se mantenga la narrativa de recortes inminentes y beneficios sólidos, pero cualquier sorpresa negativa en los datos o un mensaje menos dovish en diciembre podría devolver la volatilidad con la misma rapidez con la que ha desaparecido estos días.

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