Eli Lilly hace historia: primera farmacéutica en superar el billón en bolsa gracias al boom de los fármacos para adelgazar

Gráfica del desempeño bursátil de Eli Lilly junto a una imagen de sus medicamentos para diabetes y obesidad

Un salto bursátil histórico impulsado por Zepbound y Mounjaro

En un sector tan competitivo y lleno de incertidumbre como el farmacéutico, Eli Lilly acaba de romper un techo psicológico que hasta hace poco parecía reservado a las grandes tecnológicas: la compañía se ha convertido en la primera farmacéutica del mundo en superar el billón de dólares de capitalización bursátil. Un hito que la coloca en una liga propia dentro de la industria de la salud y del mercado global.

No ha sido cuestión de suerte. En su último trimestre, Eli Lilly ha registrado un crecimiento del 54% en ingresos, una cifra que ha sorprendido incluso a los analistas más optimistas. El motor de esta explosión son dos nombres muy concretos: Zepbound, centrado en la pérdida de peso, y Mounjaro, indicado para la diabetes pero con un impacto notable también en tratamientos para la obesidad. Ambos fármacos se han convertido en auténticos superventas y han redefinido el mapa competitivo del tratamiento de enfermedades metabólicas.

Duelo en la cumbre: Lilly vs. Novo Nordisk

En este contexto, la comparación inevitable es con Novo Nordisk, el otro gran gigante del segmento. De momento, Eli Lilly ha logrado tomar la delantera combinando tres factores clave: mejores resultados clínicos percibidos, adopción masiva por parte de los médicos y una estrategia comercial muy agresiva. Esta combinación ha trasladado a los mercados la impresión de que Lilly no solo compite, sino que marca el ritmo del nuevo “boom” de los medicamentos contra la obesidad y la diabetes.

Pero la batalla no es solo científica, también es de escala. A medida que la demanda crece, la capacidad de producción se convierte en un arma estratégica. Y ahí es donde la compañía ha decidido pisar todavía más el acelerador.

Texas, Puerto Rico y el mensaje al mercado: esto va para largo

Para sostener este crecimiento y evitar cuellos de botella en el suministro, Eli Lilly ha anunciado inversiones multimillonarias en nuevas plantas de fabricación en Texas y Puerto Rico. Estas instalaciones ampliarán considerablemente la capacidad productiva y envían una señal nítida al mercado: la compañía no ve este auge como algo pasajero, sino como el inicio de un ciclo largo en el tratamiento de enfermedades crónicas ligadas al metabolismo.

Más allá del sector salud, el impacto económico es mayúsculo. En 2025, Eli Lilly se consolida como uno de los grandes motores de la economía estadounidense, arrastrando consigo a proveedores, centros de investigación, empleo cualificado y, por supuesto, a los grandes fondos de inversión que buscan exposición al nuevo “mega–tema” del mercado: la convergencia entre farma, biotecnología y bienestar.

Queda la gran pregunta: ¿podrá mantener este ritmo sin tropezar con problemas de acceso, precios o regulación? Por ahora, lo único claro es que Eli Lilly ha cambiado las reglas del juego en la industria farmacéutica y que, mientras sus productos sigan liderando el tratamiento de la obesidad y la diabetes, cada movimiento de la compañía será observado al milímetro por inversores, reguladores y competidores.