El Fondo Monetario Internacional eleva su proyección global gracias a la resistencia de Estados Unidos y la recuperación moderada de la Eurozona.

El FMI mejora su previsión: la economía mundial crecerá un 3,2% en 2025 pese a la volatilidad y la desaceleración global

EPA/JIM LO SCALZO El FMI mejora su previsión: la economía mundial crecerá un 3,2% en 2025 pese a la volatilidad y la desaceleración global

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza su previsión de crecimiento global para 2025, que pasa del 3% al 3,2%, reflejando una economía mundial más resistente de lo esperado pese a los riesgos geopolíticos y a la volatilidad financiera. La institución prevé además que la inflación global continúe moderándose, aunque seguirá por encima de los objetivos en varias regiones.

El FMI ha sorprendido al mercado con una actualización más optimista de sus previsiones para 2025. Según su nuevo informe, la economía mundial crecerá un 3,2%, frente al 3% anticipado en su proyección anterior. Aunque se trata de una mejora moderada, supone un voto de confianza en la capacidad del sistema global para resistir a la combinación de inflación persistente, tensiones comerciales y desaceleración en China.

Para 2026, el organismo con sede en Washington mantiene su previsión en el 3,1%, reflejando un escenario de crecimiento estable pero desigual. En palabras del FMI, “la economía global se está ajustando a un entorno remodelado por nuevas medidas de política económica. Algunos extremos de los aranceles se han suavizado gracias a acuerdos posteriores, pero el entorno general sigue siendo volátil”.

La revisión positiva se apoya en tres pilares: la resiliencia de la economía estadounidense, el repunte de la Eurozona y la estabilización de Asia emergente. Estados Unidos crecerá un 2% en 2025, una décima más que en la proyección anterior, gracias al dinamismo del empleo y el consumo. La Eurozona, por su parte, mejora hasta el 1,2%, dos décimas más, impulsada por la recuperación del gasto y el descenso de la inflación energética.

En cambio, el crecimiento de China se mantiene sin cambios en el 4,8%, mientras el país sigue lidiando con la fragilidad del sector inmobiliario y los efectos de su reestructuración interna. Otros mercados emergentes de Asia, como India o Indonesia, siguen siendo los grandes motores del crecimiento mundial, con expansiones previstas por encima del 6%.

El FMI advierte, sin embargo, que buena parte del impulso observado en la primera mitad de 2025 respondió a factores “temporales”, como el adelanto de inversiones y exportaciones ante posibles cambios arancelarios. “Ese efecto de front-loading se está desvaneciendo, y los próximos trimestres podrían mostrar un crecimiento más equilibrado pero menos dinámico”, apunta el informe.

En materia de precios, el organismo espera que la inflación global continúe desacelerándose, aunque advierte que seguirá por encima de los objetivos del 2% en economías avanzadas como Estados Unidos, Reino Unido y parte de la zona euro. Las presiones inflacionarias estructurales —como la transición energética, la relocalización industrial y los conflictos comerciales— seguirán afectando los costes de producción.

Pese a estos retos, el FMI subraya que la economía global está más adaptada a la nueva realidad postpandemia, en la que los gobiernos han optado por políticas industriales y comerciales más activas. Los ajustes en la política monetaria, junto con el descenso de los tipos de interés en 2025, podrían favorecer un entorno de mayor inversión y estabilidad a medio plazo.

Los mercados reaccionaron con moderado optimismo tras el anuncio. El Dow Jones y el S&P 500 abrieron en positivo, apoyados en la mejora de las expectativas de crecimiento y en la percepción de que el ciclo de bajadas de tipos de los principales bancos centrales podría sostener la expansión económica.

El FMI ve en 2025 un año de crecimiento más sólido, inflación en descenso y riesgos todavía elevados. La economía mundial no está exenta de turbulencias, pero, por ahora, logra mantener el rumbo.