Wall Street busca suelo mientras la Fed enfría los recortes y el mercado mira nuevos datos

Los futuros de EE.UU. rebotan tras el golpe de la Fed: Nasdaq 100 y S&P 500 intentan recuperar el pulso

Los futuros de Wall Street suben este viernes después del fuerte selloff de ayer, cuando los mensajes de dos miembros de la Reserva Federal volvieron a sembrar dudas sobre la próxima bajada de tipos. El mercado intenta estabilizarse apoyado en un dato de empleo mejor de lo previsto y con la vista puesta en los próximos indicadores de actividad y expectativas del consumidor. Pero el trasfondo no cambia: la Fed sigue dividida y la inflación aún no está “domada”.

El mercado estadounidense amanece con un rebote técnico que busca corregir el exceso de ventas de la sesión anterior. Los futuros del Dow Jones suben en torno al 0,37%, los del S&P 500 avanzan cerca del 0,38% y el Nasdaq 100 recupera alrededor del 0,48%. La fotografía es clara: tras una jornada de volatilidad extrema, Wall Street intenta recomponer el ánimo, sobre todo en el tramo tecnológico, que fue el más castigado.

Nasdaq 100

El detonante del desplome de ayer está todavía fresco. La presidenta de la Fed de Cleveland, Beth Hammack, advirtió que nuevos recortes de tipos podrían prolongar la inflación y elevar riesgos de estabilidad financiera, defendiendo que las condiciones financieras ya son suficientemente laxas. El gobernador Michael Barr se movió en la misma dirección, pidiendo cautela mientras los precios no vuelvan con claridad al objetivo del 2%. Resultado: el mercado interpretó que el guion de bajadas rápidas se enfría, y el dinero salió de golpe de los activos más sensibles a los tipos, especialmente tecnología.

En ese contexto, el rebote de hoy no significa que el miedo haya desaparecido. Significa que el mercado está recalibrando el precio del riesgo. En términos simples: ayer se vendió con pánico; hoy se compra con prudencia. Y eso suele producir sesiones como la actual, de rebote moderado mientras el mercado decide si lo de ayer fue un susto puntual o el primer capítulo de algo más largo.

La macro aporta un elemento de soporte. El informe de nóminas no agrícolas de septiembre, publicado con retraso tras el cierre del gobierno, mostró una creación de 119.000 empleos, bastante por encima de lo esperado. El dato confirma que la economía aguanta, y eso ayuda a que el mercado no entre en modo “recesión inminente”. Pero tiene su doble filo: si la economía resiste, la Fed tiene menos prisa por recortar. Es justo el equilibrio incómodo que están intentando procesar los inversores.

Por eso el calendario de hoy es importante. Los operadores van a mirar con lupa los datos de actividad del sector privado y el informe de expectativas del consumidor. Si la actividad se enfría y las expectativas de precios bajan, el mercado podría reforzar el rebote con la narrativa de “Fed más cerca de aflojar”. Si, en cambio, los datos salen firmes y la inflación esperada se mantiene alta, la recuperación puede quedarse en un simple rebote técnico.

En divisas, el euro sube ligeramente frente al dólar, en torno al 0,09%, moviéndose cerca de 1,154. Ese movimiento encaja con el tono de “risk-on moderado”: sin euforia, pero con cierto alivio tras el susto.

La pregunta clave es qué pasa con la gran historia de 2025: la tecnología y la IA. Ayer el Nasdaq 100 cayó más de un 2% y arrastró al resto del mercado global. El rebote de hoy necesita algo más que un “rebote sobreventa”: necesita convicción de que los tipos no van a quedarse altos demasiado tiempo. Hammack y Barr han dicho justo lo contrario, y ese es el choque de fondo que seguirá marcando el precio.

Conclusión: los futuros rebotan porque el mercado estaba sobrerreaccionando, pero el suelo real depende de dos cosas, y ambas siguen en el aire: inflación y Fed. Mientras no haya una señal clara de que los precios se enfrían de verdad, cada rebote puede ser solo un intermedio antes del siguiente latigazo.