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Alphabet/GOOGLE se dispara más de un 100% desde abril: descubre qué impulsa esta subida vertiginosa (Nasdaq)

Google

GOOGL ha sorprendido con una subida de mas de un 100% desde abril y todos se preguntan qué hay detrás de este impulso imparable descubre los motivos que están disparando su valor.

En Wall Street pocos han pasado por alto el dato: Alphabet se ha revalorizado más de un 130% desde los mínimos de abril. El movimiento ha sido tan rápido y tan vertical que la pregunta ya no es solo por qué sube, sino si el mercado no estará adelantando demasiado optimismo en muy poco tiempo. Entre analistas, gestores y traders minoristas empieza a dibujarse un cierto consenso sobre las razones del rebote… pero no tanto sobre cuánto recorrido le queda.

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El giro de la narrativa: de “perdedora en IA” a ganadora clara

El primer elemento de la ecuación es casi psicológico: el cambio de narrativa. Durante buena parte de 2023 y comienzos de 2024, Google cargó con el sambenito de “lento en IA” y “modelo de negocio en riesgo”. La tesis bajista era clara: la irrupción de modelos generativos podía erosionar el negocio de búsqueda, y a la vez los procesos antimonopolio en Estados Unidos abrían la puerta a remedios duros, incluso la posibilidad de forzar una separación de activos clave como Chrome o la publicidad. El resultado fue un PER castigado, moviéndose en la parte baja del rango frente a otros gigantes tecnológicos, pese a que la compañía seguía generando caja de forma masiva.

Varios gestores recuerdan que este patrón no es nuevo en Big Tech: cada pocos años, una gran tecnológica extremadamente rentable entra en una “narrativa del miedo”, el mercado la trata como si estuviera rota y la lleva a un PER de 15–20. En cuanto se demuestra que el negocio de fondo seguía sano, el múltiplo se expande de nuevo hacia 30–40 y la cotización se dispara. Le pasó a Meta en pleno pánico por el metaverso, antes a Apple con la idea recurrente de que “dependía demasiado del iPhone”, y ahora le habría tocado el turno a Alphabet.

Regulación, juicios y el fin del miedo al antimonopolio

El giro llega cuando varios de esos miedos empiezan a pincharse. Por el lado regulatorio, el gran caso antimonopolio en EE. UU. ha avanzado sin desembocar, de momento, en un escenario de ruptura drástica. El mercado lee que el núcleo del negocio publicitario está hoy menos amenazado de lo que se temía hace un año, y que las soluciones apuntan más a ajustes de comportamiento que a trocear la empresa. Ese simple cambio de expectativa ha sido suficiente para que muchos inversores revisen al alza sus modelos de valoración.

IA integrada en búsqueda, anuncios y nube: el nuevo motor del rally

Por el lado tecnológico, la foto también ha cambiado. Los últimos modelos de Gemini se perciben como muy competitivos frente a otros grandes actores de la IA, y la integración de inteligencia artificial en la búsqueda y en los productos de anuncios empieza a verse no como una amenaza, sino como un acelerador de ingresos. La sensación entre los analistas es que Google ha pasado de ir “a remolque” a demostrar que puede marcar el ritmo en cómo se aplica la IA a productos con miles de millones de usuarios.

A esto se suma otro argumento clave: Alphabet ya no es solo Google Search. La búsqueda representa hoy algo más de la mitad de los ingresos, pero alrededor gravita un ecosistema mucho más diversificado. La nube crece con fuerza y gana relevancia en la batalla de infraestructuras, YouTube se consolida como la mayor plataforma de vídeo del planeta y una de las joyas de la publicidad digital, Android sigue siendo el sistema operativo dominante en móviles, y apuestas como Waymo, los chips Tensor/TPU o los avances de DeepMind en IA amplían el abanico de futuros focos de monetización.

Una Big Tech con caja, poca deuda y múltiples “opciones” de futuro

Esa combinación de caja abundante, baja deuda, posiciones de liderazgo y múltiples “opciones” de crecimiento en IA lleva a algunos a definir a Alphabet como una de las compañías mejor colocadas en cualquier escenario. Si la “burbuja de la IA” se confirma y el gasto en cómputo sigue disparado, Google sería uno de los grandes ganadores, solo por detrás –o incluso por delante– de los fabricantes de chips en importancia estratégica. Si, por el contrario, la fiebre de la IA se desinfla y el mercado rebaja expectativas, el negocio de búsqueda, YouTube y la nube seguiría generando beneficios enormes en un mundo donde la publicidad digital no se detiene.

¿Está ya cara Alphabet? Las dudas sobre la valoración

Sin embargo, no todos compran la tesis sin matices. Entre los más prudentes empieza a asomar la pregunta incómoda: ¿estamos ya en fase de sobrevaloración? Tras un rally del 130%, el argumento fundamental puede seguir siendo sólido, pero el margen de seguridad se reduce. Incluso las mejores compañías del mundo pueden estar demasiado caras en determinados momentos del ciclo, y algunos gestores prefieren esperar a una corrección antes de aumentar posiciones.

Otros miran de reojo el ritmo de inversión en IA, un terreno extremadamente intensivo en capital, y recuerdan la lección de otras tecnológicas cuando se lanzaron a gastar miles de millones en narrativas que luego no cristalizaron al ritmo prometido. El riesgo no es tanto que el negocio falle, sino que las expectativas hayan corrido demasiado por delante.

Conclusión: misma empresa, historia distinta

En conjunto, el consenso cualitativo parece claro: lo que ha cambiado no es Alphabet, sino la historia que el mercado se cuenta sobre Alphabet. De ser el “dinosaurio” al que la IA iba a devorar, ha pasado a ser visto como uno de los arquitectos centrales de esa misma revolución. La duda, a partir de aquí, ya no es si la empresa es relevante a diez años –pocos lo discuten–, sino cuánto está dispuesto a pagar hoy el mercado por esa relevancia futura. Y esa, más que cuestión de modelos de valoración, es pura cuestión de apetito de riesgo.