Asia abre la semana con la mirada puesta en inflación japonesa y surcoreana

El Hang Seng marca el pulso alcista en Asia: bolsas en verde antes de la batería de datos clave

EPA-EFE/ALEX PLAVEVSKI El Hang Seng marca el pulso alcista en Asia: bolsas en verde antes de la batería de datos clave

Las plazas asiáticas arrancan la semana mayoritariamente al alza, con Hong Kong y Corea del Sur liderando las ganancias, mientras los inversores se preparan para una tanda de indicadores decisivos, especialmente los datos de inflación de Japón y Corea. En una sesión sin referencia de Tokio por festivo, el Hang Seng sube con fuerza apoyado en el rebote tecnológico, mientras Australia y Seúl también avanzan. China, en cambio, se mueve con más cautela, reflejando la dualidad regional entre optimismo por Wall Street y prudencia ante lo que viene en macro y bancos centrales.

La semana ha comenzado con un mensaje claro desde Asia-Pacífico: el dinero vuelve a tomar riesgo, pero mirando de reojo al calendario macro. Los principales índices de la región han cotizado mayoritariamente al alza en la sesión de este lunes, en un contexto marcado por la espera de los datos de inflación de Japón y Corea del Sur, que llegarán en los próximos días y pueden redefinir el pulso entre bancos centrales y mercados.

En Tokio, el Nikkei 225 ha permanecido cerrado por festivo, pero el verdadero termómetro japonés ha sido, una vez más, el cruce del yen. A primera hora de la madrugada europea, el dólar avanzaba en torno a un 0,2% frente a la moneda nipona, hasta la zona de los 156,7 yenes por dólar, reflejando que el mercado sigue apostando a un Banco de Japón ultra paciente. Una lectura de inflación más pegada al objetivo podría dar aire al yen; una nueva sorpresa al alza reabriría el debate sobre si el BoJ puede permitirse seguir anclado en los tipos casi cero sin desatar más volatilidad en divisas.

Nikkei 225

Donde sí ha habido movimiento ha sido en Seúl. El Kospi ha llegado a subir en torno a un 1,2%, un rebote que descuenta que la próxima cifra de inflación en Corea del Sur no obligará al banco central a endurecer su discurso de forma agresiva. El mercado surcoreano, muy expuesto a tecnología y exportaciones, funciona como un radar adelantado del ciclo industrial global: si los inversores se sienten cómodos con sus valoraciones, es porque ven demanda externa razonable y un entorno de tipos estable, al menos a corto plazo.

En Australia, el S&P/ASX 200 ha sumado cerca de un 1% gracias al tirón combinado de bancos y mineras, dos sectores que viven de la confianza en el ciclo económico y de los precios de las materias primas. La bolsa australiana se ha convertido en una especie de “voto en tiempo real” sobre China: cada repunte sugiere que el mercado compra la narrativa de que Pekín seguirá poniendo parches a su crisis inmobiliaria y a la debilidad del consumo para evitar un frenazo más brusco.

La foto en China continental ha sido algo más matizada. El Shanghai Composite ha cedido unas décimas, mientras que el Shenzhen Composite conseguía remontar ligeramente. El mensaje de fondo es que los inversores siguen atrapados entre dos fuerzas: por un lado, la inquietud por un crecimiento más débil y el legado de la burbuja inmobiliaria; por otro, la expectativa de que las autoridades volverán a desplegar estímulos selectivos si los datos se tuercen. Cualquier sorpresa negativa en indicadores adelantados, combinada con una inflación débil, puede reactivar las dudas sobre la capacidad de China para tirar del resto de Asia.

Hong Kong, tradicional termómetro de la confianza internacional en la región, se ha alineado con el tono positivo. El Hang Seng ha avanzado alrededor de un 0,85%, unos 215 puntos, apoyado en el mejor comportamiento de grandes tecnológicas y valores financieros. Para muchos gestores, la plaza hongkonesa se ha convertido en un campo de pruebas: si el rally se consolida aquí, es más probable que veamos una rotación de capital hacia activos asiáticos tras meses de infraponderación.

HANG SENG INDEX

Detrás de estos movimientos, el gran protagonista silencioso sigue siendo la inflación. Los datos de precios que conoceremos esta semana en Japón y Corea del Sur no solo marcarán el tono monetario en ambas economías: serán una pieza más del puzzle que miran la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. Una Asia con inflación contenida y crecimiento razonable actúa como estabilizador para el ciclo global. Una Asia con presiones de precios reavivadas, en cambio, podría obligar a los bancos centrales occidentales a mantener el pie en el freno durante más tiempo.

Para el inversor europeo, lo que ocurra al cierre de las bolsas asiáticas entre hoy y el viernes será algo más que ruido nocturno. El arranque positivo de la semana ofrece oxígeno a los mercados, pero también eleva el listón de las expectativas. Si los datos acompañan, este rebote puede ser el principio de una nueva fase de apetito por riesgo. Si decepcionan, la corrección podría llegar con fuerza a la apertura europea y trasladarse a Wall Street pocas horas después. Asia ya ha hecho su jugada; ahora, la pelota está en el tejado de la inflación.