Netflix anota récord de ingresos en 2025, pero las ganancias dejan a inversores con dudas
Netflix reporta un récord en ingresos durante el tercer trimestre de 2025 pero no logra cumplir las expectativas en beneficios por acción, generando incertidumbre en los mercados ante la creciente presión competitiva.
Netflix sorprendió este tercer trimestre de 2025 con un aumento sólido en sus ingresos, logrando cifras que podrían parecer un sueño para cualquier empresa tecnológica: 11,51 mil millones de dólares, casi un 17,2 % más que en el mismo tramo de 2024. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. A pesar del récord en facturación, los beneficios por acción (EPS) se quedaron un poco cortos frente a las expectativas, sembrando cierta incertidumbre entre analistas e inversores. ¿Estamos acaso ante el fin del imparable rally del streaming? No es fácil afirmarlo, pero señalemos con lupa los números y las circunstancias que rodean este episodio.
El trimestre se cerró con un ingreso operativo de 3,25 mil millones, lo que representa un crecimiento del 11,6 %, y un ingreso neto de 2,54 mil millones de dólares. Por fuera, pareciera que la máquina de Netflix no deja de funcionar; sin embargo, el beneficio por acción, que subió solo un 8,7 % hasta situarse en 5,87 dólares, estuvo por debajo de las previsiones del mercado.
¿Por qué esto importa tanto? Porque en la bolsa no solo cuenta cuánto facturas, sino también en qué medida esa facturación logra traducirse en beneficios reales para los accionistas. Y aquí Netflix no logró cumplir con las expectativas, en parte por los crecientes costes vinculados a su estrategia de expansión y la feroz competencia del sector.
Resulta curioso observar que, aunque los ingresos siguen escalando, la rentabilidad no lo hace a la misma velocidad. Esto crea un escenario complejo para la compañía, que debe equilibrar crecimiento y eficiencia mientras persiste la presión del mercado y la saturación del streaming.
La competencia y sus mordiscos al pastelNo podemos dejar pasar el tema de la competencia. Con gigantes como Disney+, Amazon Prime Video y HBO Max peleando cada cuota del pastel, Netflix tiene el reto de no solo retener suscriptores, sino también justificar cada dólar invertido. La presión sobre los márgenes crece, y eso puede traducirse en beneficios más ajustados o una política más conservadora de inversiones.
¿Será suficiente la fórmula tradicional para mantener el dominio? Tal vez no, y eso explica buena parte de la desconexión entre ingresos y beneficios observada en este trimestre.
¿Qué pasará con el rally del streaming?Los inversores, claro, miran estos números con lupa y se preguntan si Netflix podrá mantener su ritmo alcista en bolsa. El aumento moderado de beneficios, combinado con las señales de sobrecarga en costos, ha generado especulaciones sobre un posible enfriamiento en el sector.
Pero, ojo, no todo está perdido. El alcance global de Netflix, su estrategia de contenido original y la adaptación a nuevos mercados pueden seguir impulsando su crecimiento a largo plazo, aunque ya no en los niveles de bonanza de antaño.
En definitiva, la lección parece ser que el camino hacia la rentabilidad sostenible es cada vez más arduo para los gigantes del streaming. La pregunta que queda en el aire es: ¿quién logrará adaptarse mejor a este nuevo escenario?