Mercados Asia-Pacífico | China | Bancos centrales

Nikkei 225 +1,7%: Asia sube tras el “no recorte” del PBoC y el tirón de Wall Street

EPA-EFE/ALEX PLAVEVSKI Nikkei 225 +1,7%: Asia sube tras el “no recorte” del PBoC y el tirón de Wall Street

Las bolsas asiáticas avanzaron en la sesión del lunes después de que el Banco Popular de China mantuviera sin cambios sus tipos de referencia (LPR), una decisión que el mercado leyó como continuidad y estabilidad a corto plazo. El movimiento se apoyó además en el rebote previo de Wall Street, impulsado por el apetito por tecnología y el ruido corporativo en torno al acuerdo para la venta de la división de TikTok en Estados Unidos.

Asia se tiñe de verde con el Nikkei al frente

Las principales bolsas de Asia-Pacífico cotizaron al alza durante la sesión del lunes, con el Nikkei 225 de Tokio liderando el avance tras una combinación de factores: continuidad en la política monetaria china, recuperación previa en Wall Street y una mejora táctica del apetito por riesgo en valores tecnológicos. A media sesión, el Nikkei sumaba en torno a un 1,7%, mientras Corea del Sur destacaba con un rebote más contundente en su índice de referencia. 

En términos de comportamiento intradía, el tono fue mayoritariamente positivo: el Kospi surcoreano registró una subida cercana al 2%, Australia acompañó con un avance en su índice de mercado amplio y China continental se movió en ganancias moderadas. En Hong Kong, el repunte fue más contenido, pero suficiente para mantener el sesgo “risk-on” en la región. 

Nikkei 225

El catalizador: China mantiene sus tipos de referencia (LPR)

El disparador macro de la sesión fue la decisión del Banco Popular de China (PBoC) de mantener sin cambios los tipos de referencia del crédito: la LPR a un año en 3,0% y la LPR a cinco años en 3,5%. La lectura es doble. Por un lado, el mercado recibe una señal de continuidad y ausencia de sorpresas inmediatas. Por otro, se consolida la percepción de que Pekín dosifica los estímulos y prefiere reservar munición para 2026, combinando política monetaria con herramientas de corte fiscal y medidas selectivas de apoyo al crédito. 

La decisión, además, se alinea con el consenso y con la narrativa de “estabilización” que algunas casas de análisis vienen defendiendo: sin negar los riesgos (especialmente en el sector inmobiliario y en la demanda de crédito), la autoridad monetaria evita movimientos que puedan tensionar márgenes bancarios o transmitir un mensaje de urgencia. En términos de psicología de mercado, no recortar puede funcionar —paradójicamente— como un ancla de confianza cuando los inversores buscan señales de control. 

Wall Street empuja desde el viernes: tecnología, IA y el “efecto TikTok”

El segundo soporte del día fue externo: el rebote del viernes en Estados Unidos. La referencia americana importa por un motivo simple: condiciona flujos globales de fondos, especialmente en semanas con menor liquidez y con posicionamiento de final de año. En esta ocasión, el movimiento se interpretó como una recuperación del apetito por riesgo en tecnología y en nombres vinculados a inteligencia artificial, un segmento que ha marcado el pulso de 2025 y que pretende seguir dominando la narrativa de 2026. 

Dentro de ese “viento de cola”, el mercado también incorporó titulares corporativos de alto voltaje: el acuerdo para la venta de la división estadounidense de TikTok a un consorcio con participación de Oracle, Silver Lake y la firma de inversión MGX. Más allá de la operación en sí, lo que el inversor descuenta es la reducción de incertidumbre regulatoria: menos riesgo de prohibición, mayor continuidad del negocio publicitario y un mensaje de que el conflicto geopolítico-tecnológico puede resolverse —al menos parcialmente— con estructuras societarias y controles de datos.

China “sin recorte” no es China “sin estímulo”: el matiz que mueve el precio

En mercados, el detalle importa. Mantener las LPR no significa ausencia de estímulo, sino un ajuste de palancas. El PBoC ha venido utilizando mecanismos de liquidez, medidas de apoyo al crédito y señales de orientación para acompañar una estrategia más amplia del Gobierno, que busca sostener crecimiento sin reabrir desequilibrios. Para el inversor internacional, esto se traduce en una conclusión práctica: el banco central quiere evitar un shock, pero no renuncia a intervenir si el ciclo se enfría más de lo previsto. 

La LPR a cinco años, además, tiene una lectura especialmente sensible por su vínculo con hipotecas. Que se mantenga estable sugiere prudencia a la hora de reactivar el ladrillo vía precio del dinero, lo que refuerza la idea de que el estímulo podría llegar más por el lado fiscal y por medidas micro (crédito selectivo, alivio a balance de hogares y empresas) que por grandes recortes generalizados. 

Divisas: el dólar cede frente al yen, pero el foco sigue en “condiciones financieras”

En el mercado de divisas, el dólar se movió a la baja frente al yen en un contexto de apetito por riesgo que, en ocasiones, reduce la demanda de billete verde como refugio. En la práctica, el cruce dólar/yen funciona como termómetro de dos cosas: la sensibilidad a tipos (diferencial de rentabilidades) y la percepción de estabilidad financiera global. Si la renta variable asiática quiere consolidar el rebote, uno de los apoyos típicos es que las divisas no añadan fricción. 

Qué significa para el arranque de 2026: menos drama, más “posicionamiento”

Este tipo de sesiones son útiles para entender cómo se construye el tono de enero. No hace falta una sorpresa macro para que el mercado se mueva: basta con que los bancos centrales no rompan el guion y que Wall Street mantenga un sesgo favorable en los sectores dominantes. El mensaje de la jornada es, por tanto, más táctico que estructural: Asia se sube al rebote global, China evita un giro brusco y el inversor vuelve a comprar tecnología cuando percibe que la incertidumbre regulatoria puede reducirse.

La lectura de fondo, sin embargo, exige prudencia. El final de año suele venir con liquidez más baja y con movimientos amplificados por rebalanceos. Por eso, el mercado tomará esta subida como una señal positiva, pero seguirá pidiendo confirmación: datos de actividad, evolución del crédito en China y, sobre todo, estabilidad del sentimiento en tecnología tras un 2025 muy marcado por expectativas de gasto y monetización en inteligencia artificial. 

Próximas referencias: qué puede cambiar el guion

Con los festivos a la vuelta de la esquina, el catalizador más probable no es un gran evento, sino una cadena de titulares: datos macro en Estados Unidos, señales sobre consumo en Asia y cualquier novedad adicional sobre la implementación del acuerdo de TikTok en EE. UU. Si el mercado percibe continuidad (sin sobresaltos en tipos y sin deterioro inesperado en actividad), el rebote asiático puede convertirse en el “puente” que conecte el cierre de 2025 con un inicio de 2026 más constructivo.