El Nikkei lidera las caídas en Asia tras el castigo tecnológico en Wall Street
Las bolsas de la región Asia-Pacífico se negociaron este martes en negativo, siguiendo la estela de las caídas registradas en Wall Street por las pérdidas del sector tecnológico. El Nikkei 225 japonés retrocedía un 1,74% a las 2:59 horas CET, mientras que el Kospi Composite de Corea del Sur se dejaba un 1,77% a la misma hora. En Hong Kong, el Hang Seng bajaba un 1,44% y, en China continental, el Shanghai Composite y el Shenzhen Composite cedían un 0,67% y un 0,54%, respectivamente. En Australia, el S&P/ASX 200 caía un 1,50% a las 3:02 horas CET, con un dólar prácticamente plano frente al yen en torno a los ¥155,2020 a las 3:03 horas CET.
Los movimientos se producen después de una nueva sesión de presión vendedora sobre las grandes tecnológicas estadounidenses, que ha reavivado la aversión al riesgo en la renta variable global. Los inversores en Asia ajustan posiciones ante la corrección del sector tecnológico en Wall Street, en un contexto de mayor cautela en los mercados y de vigilancia sobre la evolución de los tipos de interés y los beneficios empresariales.
Referencias de Wall Street
Las caídas en Asia se explican en buena medida por el arrastre de Wall Street, donde los valores tecnológicos lideraron las pérdidas en la última sesión. El castigo a las grandes compañías del sector en Estados Unidos ha golpeado especialmente a los mercados más correlacionados con la tecnología, como Japón, Corea del Sur y Hong Kong, donde abundan los fabricantes de semiconductores y empresas ligadas a la cadena global de hardware y software.
Este efecto contagio ha reforzado los movimientos de recogida de beneficios tras el fuerte rally de muchas compañías tecnológicas en los últimos meses. La corrección actúa como recordatorio de la volatilidad asociada a este segmento del mercado, lo que impulsa a parte de los inversores a replegarse hacia activos considerados más defensivos a corto plazo.
Japón y Corea, a la cabeza de las caídas
El Nikkei 225 japonés se situaba entre los índices más castigados, con un retroceso del 1,74% a las 2:59 horas CET, reflejando la sensibilidad del mercado nipón a los movimientos de la tecnología estadounidense y a la evolución del yen. La elevada presencia de fabricantes de electrónica, componentes y automoción expuestos a la demanda global acentúa las oscilaciones del índice cuando empeora el apetito por el riesgo.
En Corea del Sur, el Kospi Composite descendía un 1,77% en el mismo momento, presionado por las ventas en compañías de semiconductores y tecnología avanzada. La dependencia del país de las exportaciones y de la cadena global de chips convierte al Kospi en un termómetro de las expectativas sobre el ciclo tecnológico mundial, por lo que el impacto de las caídas en Wall Street se traslada rápidamente a la plaza de Seúl.
Presión en Hong Kong y la China continental
El Hang Seng de Hong Kong retrocedía un 1,44% a las 3:00 horas CET, en un contexto de debilidad persistente del mercado local y de cautela inversora sobre el crecimiento chino. El índice hongkonés, muy expuesto a grandes tecnológicas y valores financieros, amplifica los movimientos globales cuando se deteriora el sentimiento hacia el sector tecnológico.
En la China continental, las caídas eran más moderadas pero igualmente generalizadas: el Shanghai Composite cedía un 0,67% y el Shenzhen Composite un 0,54%. Estos descensos reflejan tanto la influencia de las referencias externas como las dudas internas sobre el ritmo de actividad y las medidas de apoyo económico. La menor intensidad de las caídas sugiere, no obstante, un comportamiento algo más defensivo respecto a otros mercados de la región.
Australia y el apetito por el riesgo
El índice S&P/ASX 200 de Australia bajaba un 1,50% a las 3:02 horas CET, con retrocesos repartidos entre sectores cíclicos y defensivos. Además de la referencia de Wall Street, el mercado australiano responde a las expectativas sobre la política monetaria local y a la evolución de los precios de las materias primas, claves para sus grandes compañías mineras y energéticas.
La combinación de un entorno global más volátil, la corrección tecnológica y la incertidumbre sobre el crecimiento mundial ha favorecido movimientos de reducción de exposición a renta variable. En este escenario, índices como el ASX 200 se convierten en otra vía de ajuste para carteras globales con alta ponderación en Asia-Pacífico.
Divisas y estabilidad del yen
En el mercado de divisas, el dólar se mantenía prácticamente plano frente al yen japonés, negociándose en torno a los ¥155,2020 a las 3:03 horas CET. La estabilidad del cruce contrasta con la corrección bursátil, lo que sugiere que, por el momento, no se ha producido un giro brusco hacia activos refugio en el mercado de divisas.
El nivel del yen sigue siendo un factor clave para la renta variable japonesa: un tipo de cambio débil frente al dólar puede favorecer las exportaciones, pero también aumenta la sensibilidad del mercado a cualquier cambio en las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal y del Banco de Japón, así como a posibles intervenciones verbales o directas sobre la divisa.
Perspectivas inmediatas
A corto plazo, el comportamiento de las bolsas asiáticas dependerá en gran medida de la capacidad del mercado estadounidense, y en particular del sector tecnológico, para estabilizarse tras las últimas correcciones. Cualquier mejora en el sentimiento hacia las grandes compañías de este segmento podría aliviar la presión sobre los índices de Asia-Pacífico.
El diagnóstico provisional es claro: los inversores se enfrentan a un entorno de mayor volatilidad, en el que las plazas asiáticas siguen muy condicionadas por lo que ocurra en Wall Street. En tanto persista la incertidumbre sobre el recorrido de las tecnológicas y sobre el ciclo de tipos de interés, las bolsas de la región seguirán expuestas a sesiones como la de este martes, dominadas por las ventas y la cautela.