El oro vuela a 4.400$ mientras Dow Jones, S&P 500 e índice Nasdaq repuntan y el VIX se desploma

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EE.UU. abre un canal con Moscú sobre Ucrania mientras endurece el cerco a Venezuela, China sostiene a sus mercados y Macron dispara el gasto militar con un nuevo portaaviones nuclear

Las placas tectónicas de la geopolítica se mueven a la vez, pero no siempre en la misma dirección. Mientras el enviado estadounidense Steve Witkoff califica de “productivas y constructivas” las conversaciones con el emisario ruso Kirill Dmitriev para encauzar el plan de paz de Donald Trump sobre Ucrania, la Guardia Costera de EE.UU. persigue en el Caribe al petrolero Bella 1, símbolo de la guerra económica contra la “flota oscura” venezolana.
En paralelo, el oro rompe todos los récords al superar los 4.400 dólares por onza, la China del 3% mantiene sus tipos y da aire a las Bolsas asiáticas, e Emmanuel Macron confirma un nuevo portaaviones nuclear de 10.000 millones de euros pese a la fragilidad presupuestaria francesa.
El resultado es un tablero en el que diplomacia, sanciones y carreras armamentísticas conviven con tipos de interés, materias primas y bancos centrales. Y donde cada movimiento tiene traducción inmediata en los mercados.

Mercados:

Datos de las 7:05 hora de Europa central.

Un canal discreto entre Washington y Moscú

Witkoff describió como “productivas y constructivas” las reuniones de dos días celebradas en Florida con la delegación rusa encabezada por Kirill Dmitriev. A la mesa se sentaron también Jared Kushner y altos cargos de la Casa Blanca, en un formato que recuerda más a la diplomacia empresarial que a una cumbre clásica.
El objetivo declarado es impulsar el plan de paz de Trump para Ucrania, un proyecto todavía difuso en lo público pero que ya articula mensajes: alto el fuego verificable, garantías de seguridad y un encaje para Moscú que evite la derrota total. Rusia, según Witkoff, habría reafirmado su compromiso con una “solución negociada y la estabilidad global”.
Este canal paralelo no sustituye a los mecanismos oficiales, pero los complementa. El contraste resulta llamativo: mientras Europa discute cómo financiar 90.000 millones adicionales para Kiev, Washington explora vías de desescalada que protejan sus intereses estratégicos y limiten el desgaste militar y financiero. La pregunta es cuánto margen real tendrá este formato cuando entre en colisión con los calendarios electorales y las líneas rojas marcadas por Kyiv.

El bloqueo a la “flota oscura” venezolana se recrudece

Lejos del despacho climatizado, la realidad del conflicto se libra en el mar. La Guardia Costera estadounidense mantiene una persecución activa contra el petrolero Bella 1, presuntamente vinculado a la “flota oscura” que transporta crudo venezolano e iraní sorteando sanciones. Sería la tercera operación en menos de dos semanas, una señal inequívoca de que el anunciado “bloqueo total” de Trump no es mera retórica.
El Bella 1, que habría operado con bandera falsa, encarna el nuevo frente de las sanciones: ya no basta con castigar a PDVSA o vetar a intermediarios financieros; ahora se apunta al eslabón logístico, a los barcos que permiten que el petróleo salga de puertos controlados por Caracas.
Washington insiste en que estas operaciones “no impactarán en los precios domésticos del crudo”, pero el mensaje va más allá de la inflación: cualquier naviera que colabore con la red sancionada se arriesga a ver su activo inmovilizado. Para Venezuela, el golpe es directo sobre una de sus escasas fuentes de divisas; para Irán, una advertencia sobre el coste de sostener alianzas energéticas en la sombra.

China congela tipos y da aire a las Bolsas asiáticas

En el frente monetario, el Banco Popular de China (PBoC) optó por la continuidad: mantuvo su tasa preferencial de préstamos a un año en el 3,0% y la de cinco años en el 3,5%, niveles vigentes desde mayo. La decisión estaba en los libros, pero su impacto en la confianza no es menor.
El mensaje es que Pekín prefiere estabilidad a experimentos, en un momento en que la debilidad del sector inmobiliario y la ralentización industrial amenazan el crecimiento. La reacción de los mercados fue inmediata: el Nikkei japonés subía un 2%, mientras los índices de Australia, Corea del Sur, Hong Kong y la propia China registraban avances moderados. El dólar cedía terreno frente al yen, reflejando un ligero giro hacia activos defensivos asiáticos.
No es un cambio de ciclo, pero sí una señal de que China quiere evitar cualquier shock adicional mientras Estados Unidos se prepara para nuevas bajadas de tipos en 2026 y Europa sigue atrapada entre inflación, deuda y bajo crecimiento.

Israel, Irán y el riesgo de un nuevo frente

En Oriente Medio, la calma es solo aparente. Fuentes israelíes han advertido a Washington sobre un ejercicio de misiles del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní que, temen, podría encubrir la preparación de un ataque contra Israel.
El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, trasladó sus inquietudes al almirante Brad Cooper, responsable del Comando Central estadounidense, reclamando coordinación militar estrecha. La inteligencia israelí ha detectado movimientos de misiles en territorio iraní, aunque por ahora no hay confirmación de planes de ataque inminente.
Estados Unidos, prudente, sostiene que no ve indicios de una acción inminente, pero la experiencia de los últimos años demuestra lo rápido que puede escalar cualquier incidente en la región. Con el foco mediático centrado en Ucrania y el Indo-Pacífico, el eje Israel-Irán sigue siendo uno de los puntos de ignición más peligrosos del tablero.

Macron apuesta por el portaaviones PANG en plena tensión fiscal

En el plano europeo, Emmanuel Macron ha decidido redoblar la apuesta por la autonomía estratégica. El presidente francés confirmó el inicio próximo de la construcción del portaaviones de nueva generación (PANG), que sustituirá al Charles de Gaulle en 2038.
El programa está valorado en torno a 10.000 millones de euros y beneficiará, según el Elíseo, a unos 800 proveedores, en su mayoría pymes del complejo militar-industrial francés. Pero llega en un momento delicado: las negociaciones del presupuesto de 2026 se encuentran encalladas y el nivel de deuda pública supera el 110% del PIB.
Para Macron, el PANG es un símbolo de soberanía europea y una respuesta directa a la incertidumbre sobre el paraguas estadounidense. Para sus críticos, es una huida hacia adelante presupuestaria que compromete recursos futuros en un país que ya ha agotado buena parte de su margen fiscal. El debate entre defensa y disciplina fiscal vuelve a estar servido.

El oro firma su mejor año desde 1979

Mientras tanto, los inversores hablan otro idioma: el del refugio. El oro superó los 4.400 dólares por onza, subiendo en la sesión hasta los 4.398 dólares (+1,31%), impulsado por la expectativa de dos nuevos recortes de tipos de la Reserva Federal en 2026.
La plata avanzó un 3,17% hasta 69,34 dólares, y el paladio y el platino subieron en torno al 2%. La combinación es clara: tipos a la baja, tensiones geopolíticas y bloqueo petrolero forman un cóctel perfecto para los activos sin rendimiento.
El metal precioso acumula su mejor ganancia anual desde 1979, apuntalado por las compras de bancos centrales y fuertes flujos hacia ETF especializados. La consecuencia es inequívoca: los grandes actores institucionales no terminan de creerse la narrativa de una desinflación ordenada y sin sobresaltos.

La agenda del día: bancos centrales y datos clave

La sesión arranca marcada por las referencias del Banco Popular de China y se completará con una batería de datos que los mercados leerán al milímetro:

  • PIB y cuenta corriente de Reino Unido,

  • Índice de Precios de Producción (IPP) de Italia y Canadá,

  • Y, en el frente europeo, las intervenciones de Simkus, Vujcic y Kazimir, tres voces relevantes del BCE en pleno debate sobre el ritmo de futuras bajadas de tipos.

En este contexto, los inversores deberán navegar entre mensajes cruzados: conversaciones de paz en Florida, bloqueos navales en el Caribe, portaaviones nucleares en Europa y oro en máximos históricos. La tesis de fondo es inquietante: aunque la guerra se negocie en despachos, el mercado sigue leyendo el mundo como un lugar cada vez más incierto.