El petróleo cae más de un 1% por expectativas de paz en Ucrania: el Brent baja a 62 dólares y el WTI a 58
Los precios del crudo iniciaron el viernes con descensos superiores al 1% ante señales crecientes de que podría abrirse una vía real hacia un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania. El mercado interpreta que un desenlace diplomático reduciría el riesgo geopolítico y facilitaría un aumento de oferta rusa en el mercado internacional, justo cuando la demanda global muestra un pulso irregular.
El petróleo vuelve a moverse al ritmo de la geopolítica. Las esperanzas de un posible acuerdo entre Rusia y Ucrania han empujado los precios a la baja este viernes, con caídas superiores al 1% en las dos referencias clave. El mercado descuenta que un escenario de paz implicaría menos riesgo en la cadena global de suministro y más barriles disponibles, especialmente desde Rusia.
A primera hora, el WTI para enero cedió un 1,33% hasta los 57,84 dólares por barril, mientras que el Brent para el mismo mes cayó un 1,11% hasta los 62,28 dólares. La corrección extiende las pérdidas de los últimos días y deja a ambos contratos encaminados a un recorte semanal cercano al 3%, borrando buena parte del rebote previo.
El detonante procede del frente diplomático. En las últimas horas se ha intensificado la idea de que la administración de Donald Trump está empujando un plan de 28 puntos para cerrar el conflicto. Kiev ha confirmado que trabaja sobre ese borrador con equipos técnicos estadounidenses, mientras desde la Casa Blanca se insiste en que la propuesta es “buena para ambos lados”. Además, medios estadounidenses han detallado que el plan contempla garantías de seguridad para Ucrania de estilo Artículo 5, lo que refuerza el relato de una negociación más estructurada.
En clave de mercado energético, la lectura inmediata es sencilla: si hay acuerdo, hay más crudo. Un fin de la guerra implicaría previsiblemente una relajación gradual de sanciones y limitaciones sobre el petróleo ruso. Eso añadiría oferta a un mercado que ya venía lidiando con señales de sobreabundancia relativa y con una OPEP+ más cauta para sostener precios.
Hay otro elemento que amplifica la caída: el dólar. La expectativa de que la Reserva Federal mantenga tipos altos más tiempo ha impulsado la fortaleza del billete verde, y un dólar fuerte suele presionar a las materias primas porque las encarece para compradores fuera de EE. UU. Reuters señala que el mercado ha reducido significativamente la probabilidad de un recorte en diciembre, lo que ha reforzado este efecto bajista adicional sobre el crudo.
Ahora bien, el mercado también sabe que la esperanza no es un acuerdo firmado. Aunque la paz empuja hoy los precios hacia abajo, los analistas siguen advirtiendo de que el pacto está lejos de ser seguro y de que Ucrania mantiene líneas rojas importantes. En otras palabras: esto es todavía “ruido de negociación”, pero suficiente para que el mercado se anticipe.
La reacción de los precios muestra una dinámica típica: el crudo tiene una prima geopolítica que sube cuando hay guerra y se evapora cuando el conflicto parece enfriarse. El movimiento de hoy indica que el mercado está empezando a restar esa prima, incluso sin certezas. Y eso puede seguir pesando si las señales de diálogo se multiplican en los próximos días.
Para los inversores y operadores, el foco inmediato está en dos frentes. Primero, en la credibilidad real del proceso de paz: si hay avances concretos, el mercado seguirá descontando normalización de flujos rusos. Segundo, en las decisiones de la OPEP+: si la oferta extra amenaza con hundir precios, el cartel podría responder limitando producción para evitar un desequilibrio mayor.
En resumen, el petróleo cae porque el mercado ve una puerta abierta a la paz, y con ella, una puerta abierta a más suministro. La paradoja de siempre: cuando el mundo parece más estable, el crudo suele valer menos. Pero aquí la estabilidad aún es promesa, no realidad. Y eso significa que la volatilidad seguirá sentada en primera fila.