El crudo ignora el optimismo de la AIE y castiga el recorte de tipos de la Fed

El petróleo se desploma más de un 1,5% tras la decisión de la Fed

EPA/LARRY W. SMITH

Los precios del petróleo cayeron con fuerza este jueves después de que la Reserva Federal de Estados Unidos recortara de nuevo los tipos de interés en 25 puntos básicos, un movimiento que reavivó los temores sobre el pulso real de la economía norteamericana y el apetito por el riesgo. El retroceso del crudo logró eclipsar tanto las previsiones alcistas de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que anticipa un aumento de la demanda y un menor crecimiento de la oferta en 2025, como el impacto potencial de la reciente incautación de un petrolero venezolano por parte de Estados Unidos. El WTI se dejó un 1,79%, hasta 57,73 dólares, mientras que el Brent cayó un 1,57%, hasta 61,46 dólares por barril.

El recorte de tipos de la Fed dispara la aversión al riesgo en el mercado del crudo

Los futuros de petróleo registraron descensos superiores al 1,5% este jueves, en una reacción que a primera vista puede parecer contraintuitiva tras el nuevo recorte de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). El banco central decidió rebajar su tipo de referencia en 25 puntos básicos, en un intento de apoyar la actividad económica, pero el movimiento fue interpretado por parte del mercado como una señal de que el crecimiento podría estar perdiendo tracción.

En un contexto en el que los inversores tratan de descifrar si la Fed está actuando de forma preventiva o reactiva ante una desaceleración más profunda, el petróleo se situó rápidamente en el epicentro de las ventas. El crudo es uno de los activos más sensibles a las expectativas de demanda futura, por lo que cualquier duda sobre la fortaleza del ciclo económico suele traducirse en movimientos bruscos a la baja.

El WTI y el Brent encadenan caídas pese al apoyo de los fundamentales

A las 4:23 am ET, el West Texas Intermediate (WTI) para entrega en enero caía un 1,79%, hasta los 57,73 dólares por barril. Por su parte, el Brent para febrero retrocedía un 1,57%, situándose en 61,46 dólares por barril. Estos descensos se producen después de una racha de sesiones en las que el mercado había buscado consolidar niveles tras repuntes previos.

El comportamiento del crudo resulta especialmente llamativo si se tiene en cuenta que el contexto de fundamentales ofrece, en principio, argumentos de apoyo para los precios: desde unas perspectivas de demanda al alza hasta un crecimiento más contenido de la oferta en el medio plazo.

La AIE anticipa más demanda y menos oferta en 2025, pero el mercado mira a la Fed

La caída del petróleo logró incluso eclipsar el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que proyecta un aumento de la demanda mundial de crudo y una desaceleración en el crecimiento de la oferta para 2025. En condiciones normales, este equilibrio —más consumo y menos capacidad adicional— tendería a ejercer una presión alcista sobre los precios o, como mínimo, a sostenerlos en niveles elevados.

Sin embargo, el foco del mercado estuvo casi por completo en la señal enviada por la Fed. Un nuevo recorte de tipos, sumado a los ya aplicados a lo largo del año, alimenta la percepción de que el banco central sigue viendo riesgos relevantes para la economía estadounidense. Y si la primera potencia económica pierde fuelle, el impacto se traslada de inmediato a la demanda global de energía.

La incautación del petrolero venezolano queda en segundo plano

La presión bajista sobre el crudo también opacó otro factor potencialmente alcista: la reciente incautación de un petrolero venezolano por parte de Estados Unidos. En otros momentos del ciclo, un episodio de tensión geopolítica directamente ligado a un productor de crudo podría haber servido como catalizador para una subida de precios, ante el temor a disrupciones de suministro.

En esta ocasión, sin embargo, el mercado pareció dar mayor peso al mensaje de la Fed que a la escalada diplomática con Venezuela. Esto sugiere que, al menos en el corto plazo, los inversores están más preocupados por la salud de la demanda global que por shocks puntuales de oferta, especialmente en un contexto en el que existe todavía cierto colchón de producción y stocks.

Un equilibrio delicado entre expectativas macro y realidad del mercado físico

El comportamiento del petróleo refleja el delicado equilibrio entre las expectativas macroeconómicas y la realidad del mercado físico de crudo. Por un lado, la AIE dibuja un escenario de tensiones moderadas en el lado de la oferta para 2025, lo que en principio respaldaría precios más altos. Por otro, la lectura que hace el mercado de las decisiones de la Fed apunta a un riesgo creciente de enfriamiento de la demanda.

Mientras los bancos centrales sigan moviéndose en la fina línea entre combatir la inflación y evitar una recesión, activos como el petróleo seguirán sometidos a episodios de volatilidad intensa. Los traders no solo evalúan fundamentales de consumo y producción, sino también la trayectoria esperada de los tipos de interés, el comportamiento del dólar y las tensiones geopolíticas.

Qué vigilar en las próximas sesiones

De cara a las próximas jornadas, el mercado pondrá el foco en varios frentes: los datos macroeconómicos estadounidenses que ayuden a confirmar o desmentir la narrativa de desaceleración, las próximas señales de la AIE y de la OPEP+ sobre producción y demanda, y cualquier novedad sobre el contencioso con Venezuela u otros focos de tensión en productores clave.

Por el momento, la reacción de este jueves deja claro que, en la batalla entre la historia macro de la Fed y los fundamentales de la AIE, el mercado del crudo ha decidido escuchar primero a la política monetaria. Si los datos acompañan y la demanda aguanta, el soporte fundamental podría volver a imponerse; si no, el petróleo seguirá expuesto a nuevas correcciones.