Raphael Bostic (Fed): “La inflación ha estado demasiado alta por demasiado tiempo”
El presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, advirtió este lunes que no respalda más recortes de tipos en 2025, al considerar que la inflación sigue en niveles preocupantes. Aunque reconoció la necesidad de equilibrar la estabilidad de precios con el pleno empleo, subrayó que el camino hacia el objetivo del 2% será lento y podría extenderse hasta 2028.
En declaraciones al Wall Street Journal, Bostic dejó claro que no es partidario de otro recorte de tasas este año, pese a que la Reserva Federal aplicó ya un primer ajuste a la baja en 2025. “La inflación ha estado demasiado alta por demasiado tiempo”, sentenció, destacando que el riesgo de perder credibilidad en la lucha contra la subida de precios pesa sobre cualquier decisión de política monetaria.
El banquero central, no obstante, se cuidó de no cerrar del todo la puerta a futuros recortes, recordando que la Fed tiene un doble mandato: controlar la inflación y sostener el empleo. “Tendremos que encontrar un equilibrio, lo que podría significar nuevos recortes de tipos si las condiciones lo requieren”, matizó.
En su previsión, Bostic situó la inflación para 2025 en torno al 2,9%, con la inflación subyacente en 3,1%, lejos aún del objetivo del 2%. Aseguró que no espera alcanzar esa meta hasta “probablemente comienzos de 2028”. En cuanto al mercado laboral, calculó que la tasa de desempleo se ubicará en 4,5% en 2025 y 4,4% en 2026, admitiendo que persiste “un nivel considerable de incertidumbre”, aunque descartó que se trate de una crisis.
Las declaraciones de Bostic contrastan con las de otros miembros de la Fed más inclinados a flexibilizar la política monetaria. La disparidad de posturas dentro del organismo refleja el complejo desafío de decidir si dar prioridad a la lucha contra la inflación o al apoyo a un mercado laboral que muestra signos de enfriamiento pero se mantiene relativamente sólido.
En cualquier caso, la advertencia del presidente de la Fed de Atlanta es clara: la batalla contra la inflación será larga, y la idea de volver rápidamente al 2% es, por ahora, una quimera que podría tardar años en materializarse.