Reino Unido y UE avanzan hacia un acuerdo sobre el impuesto al carbono

Reino Unido y UE negocian exención del impuesto al carbono

Reino Unido y UE negocian exención del impuesto al carbono - EPA-EFE/ANDY RAIN

Reino Unido y la Unión Europea están próximos a alcanzar un acuerdo que eximiría temporalmente a las empresas británicas del impuesto fronterizo al carbono de la UE, previsto para entrar en vigor en enero de 2026.

Según informó The Guardian el 2 de octubre de 2025, Reino Unido y la Unión Europea están cerca de un acuerdo que eximiría temporalmente a las empresas británicas del impuesto fronterizo al carbono de la UE, conocido como el Mecanismo de Ajuste en Frontera de las Emisiones de Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés). Este impuesto, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, tiene como objetivo gravar las importaciones de productos con alta huella de carbono, como acero, vidrio y fertilizantes, para nivelar el campo de juego con los productores europeos que ya enfrentan costos por sus emisiones de carbono.

El gobierno británico ha expresado preocupaciones de que este impuesto podría aumentar los costos para los consumidores y redirigir las importaciones de productos intensivos en carbono hacia el Reino Unido, especialmente desde países como China.

Para mitigar estos efectos, se está negociando un marco que permita a los exportadores británicos evitar temporalmente estos gravámenes hasta que los sistemas de ajuste de carbono del Reino Unido y la UE estén alineados.

Se espera que un acuerdo provisional se alcance en las próximas semanas, con la posibilidad de ser finalizado en la próxima cumbre entre el Reino Unido y la UE, prevista para mayo o junio de 2026. Este desarrollo también forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno británico para fortalecer las relaciones con la UE, que incluyen pactos en áreas como defensa y movilidad juvenil.

Además, el Reino Unido planea implementar su propio sistema de ajuste de carbono en 2027, lo que subraya la importancia de coordinar políticas ambientales para evitar duplicaciones y garantizar la competitividad de las empresas británicas en el mercado global.