La SEC estudia que las acciones coticen en blockchain
La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) está evaluando un ambicioso plan que permitiría que las acciones de empresas como Tesla o Nvidia se negocien directamente en redes blockchain. Esta propuesta, en plena conversación con actores clave del sector, podría acercar a los mercados bursátiles al modelo “cripto” de comercio continuo y liquidación inmediata, aunque despierta recelos entre instituciones tradicionales. Este movimiento regulatorio, si prospera, podría transformar para siempre la arquitectura de los mercados financieros.
En los últimos días ha cobrado fuerza una iniciativa de gran impacto: la SEC estaría redactando un plan para autorizar la negociación de acciones en blockchain, es decir, permitir que los valores tradicionales se tokenicen y se operen como si fueran criptomonedas. The Information fue el primera en revelar que el órgano regulador ya está dialogando con representantes del sector para diseñar un régimen que combine lo mejor de ambos mundos: el mercado de capitales clásico y la infraestructura descentralizada.
En esencia, la idea es que inversores pudieran adquirir tokens en exchanges cripto que representen acciones reales de compañías como Tesla o Nvidia. Actores como Coinbase y Robinhood han mostrado interés en esta evolución, pidiendo un acceso “fast track” para ofrecer valores tokenizados. Pero en el otro extremo, grandes firmas de Wall Street como Citadel Securities advierten que un cambio brusco sin salvaguardas puede poner en riesgo la estructura de los mercados actuales.
El contexto regulatorio es relevante. Bajo la administración Trump, la SEC ha adoptado una postura más “cripto-friendly”, abandonando algunas propuestas formuladas en la era de Gary Gensler y orientándose hacia facilidades para la innovación digital. Además, la SEC ya cuenta con la Crypto Task Force, un equipo dedicado a explorar el encaje legal de los activos digitales dentro del marco de la ley de valores de EE. UU.
De hecho, ya se observan movimientos concretos en el mercado. Nasdaq, por ejemplo, ha solicitado al regulador permitir versiones tokenizadas de acciones que convivan junto a sus contrapartes tradicionales en el mismo libro de órdenes. También saltó a la luz que la compañía Coinbase está buscando explícitamente la aprobación de la SEC para ofrecer acciones tokenizadas en su plataforma, lo que podría posicionarla como un competidor directo de brokers tradicionales si el plan prospera.
Otro precedente interesante es el de Galaxy Digital, que recientemente tokenizó sus propias acciones. A través de la fintech Superstate, los accionistas tienen la opción de convertir sus títulos tradicionales en tokens sobre la red Solana, con la meta de habilitar una compraventa 24/7 y liquidaciones casi instantáneas. Aunque se trata de una iniciativa dirigida al ámbito institucional, marca un punto de referencia concreto de lo que puede venir.
No obstante, el camino es complejo. Para que esta propuesta funcione, debe garantizarse la interoperabilidad entre sistemas, mecanismos eficientes de custodia, un régimen claro de cumplimiento normativo, supervisión y protección al inversor frente a volatilidades o fallas tecnológicas. También hay tensiones sobre cómo adaptar los procesos de liquidación, compensación y transparencia de precios a una nueva arquitectura híbrida. El SEC ya ha explorado cómo adaptar las funciones de “clearinghouses” (entidades de liquidación) para interactuar con participantes blockchain, e intercambiar información de mercado entre mecanismos tradicionales y digitales.
Para los negocios, esta metamorfosis ofrece oportunidades enormes: reducción de costes operativos, democratización del acceso (inversores globales podrían operar sin pasar por intermediarios tradicionales) y aceleración de los tiempos de liquidación. Pero también desafíos: la volatilidad tecnológica, la necesidad de respaldo regulatorio claro y la resistencia institucional. En un escenario optimista, podríamos estar ante una nueva era bursátil, donde la rigidez tradicional del mercado de valores se flexibilice sin perder su esencia regulada.
Mientras la SEC sigue afinando su propuesta y recogiendo aportes del sector, lo cierto es que este experimento está llamado a ser observado con lupa por gobiernos, empresas tecnológicas, plataformas de trading y —por supuesto— por los inversores del mañana. El tablero de juego financiero nunca había sido tan amplio… ni tan incierto.