Política y mercados | Bruselas investiga posible pacto de competencia

La UE abre una investigación contra Deutsche Börse y Nasdaq por presunta colusión en el mercado de derivados

La UE abre una investigación contra Deutsche Börse y Nasdaq por presunta colusión en el mercado de derivados

La Comisión Europea ha iniciado una investigación formal por posible colusión entre Deutsche Börse AG y Nasdaq, sospechando que ambas compañías coordinaron precios y se repartieron el mercado europeo de derivados financieros. Si se confirma, el caso podría tener consecuencias históricas para el sector financiero europeo.

La Comisión Europea anunció este jueves la apertura de una investigación antimonopolio para determinar si Deutsche Börse AG, operador de la Bolsa de Fráncfort, y Nasdaq, uno de los mayores mercados tecnológicos del mundo, violaron las normas de competencia de la Unión Europea al coordinar su conducta en los mercados de cotización, negociación y compensación de derivados financieros.

Según el comunicado oficial, Bruselas sospecha que ambas entidades acordaron no competir dentro del Espacio Económico Europeo (EEE), se repartieron la demanda y coordinaron precios, además de intercambiar información comercial sensible, lo que habría distorsionado el libre funcionamiento del mercado financiero europeo.

La investigación surge a raíz de una inspección sorpresa realizada en septiembre de 2024 en las oficinas de las dos compañías, después de que la Dirección General de Competencia recibiera informes de comportamiento coordinado entre ambos grupos. Si se confirma la infracción, las empresas podrían enfrentarse a multas de hasta el 10 % de su facturación global anual, conforme a la normativa comunitaria sobre competencia.

Un portavoz de la Comisión señaló que el objetivo de la investigación es determinar si las prácticas de cooperación entre las dos plataformas bursátiles afectaron a los inversores europeos, restringiendo la innovación o limitando el acceso a servicios de negociación más competitivos. “La integridad del mercado financiero depende de una competencia leal entre las infraestructuras de mercado”, subrayó la institución en su comunicado.

Por el momento, ni Deutsche Börse ni Nasdaq han emitido declaraciones oficiales. Sin embargo, fuentes cercanas a ambas compañías citadas por el Financial Times aseguran que las empresas colaborarán plenamente con las autoridades europeas y que “no existe evidencia alguna de acuerdos anticompetitivos”.

De confirmarse, este sería uno de los mayores casos de competencia en el sector financiero europeo desde la investigación de 2019 contra varios bancos de inversión por manipulación del mercado de divisas. En aquel entonces, Bruselas impuso sanciones que superaron los 1.000 millones de euros a entidades internacionales, sentando un precedente que ahora podría repetirse en el ámbito de los derivados.

Los analistas advierten que una resolución desfavorable podría sacudir la estructura del mercado europeo de compensación y liquidación, dominado por pocas entidades. En especial, la clara concentración de poder de Deutsche Börse en Eurex, su filial de derivados, y el peso global de Nasdaq en los mercados electrónicos podrían obligar a la Comisión a imponer medidas correctivas o de desinversión para restaurar la competencia.

Bajo la legislación comunitaria, las investigaciones antimonopolio no están sujetas a plazos legales fijos, por lo que el proceso podría extenderse durante varios meses o incluso años. La Comisión adelantó que no se pronunciará sobre la culpabilidad de las partes hasta que haya concluido el análisis de la evidencia.

Mientras tanto, el anuncio ha generado inquietud en los mercados. Las acciones de Deutsche Börse retrocedieron un 1,3 % en la sesión matutina de Fráncfort, mientras Nasdaq cayó un 0,9 % en las operaciones previas a la apertura en Nueva York, reflejando el nerviosismo de los inversores ante un posible golpe regulatorio.

Si la investigación confirma la existencia de acuerdos secretos, podría desencadenar reformas estructurales en los mercados europeos y marcar un precedente sobre cómo Bruselas supervisa la competencia en los sectores más sensibles del sistema financiero.