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Wall Street abre con leves caídas pese al optimismo por el acuerdo para evitar el cierre del Gobierno

EPA / JUSTO EN LA CARRETERA
Las bolsas estadounidenses iniciaron la sesión del martes con movimientos mixtos, en un contexto de alivio político pero con señales de debilidad económica. Pese al acuerdo alcanzado en el Senado para poner fin al cierre gubernamental más largo de la historia, los inversores reaccionan con cautela ante los datos laborales negativos y la desaceleración del optimismo empresarial. El Nasdaq lidera las pérdidas, mientras el Dow Jones resiste con ligeras subidas impulsado por el sector industrial.

La jornada bursátil en Estados Unidos arrancó con un tono de moderación. Tras semanas de incertidumbre política, el Senado aprobó finalmente el paquete de financiación que permitirá la reapertura del gobierno federal, cerrado durante más de un mes. La noticia elimina uno de los principales factores de inestabilidad de las últimas semanas, pero los mercados no celebran del todo: los indicadores macroeconómicos siguen mostrando un enfriamiento progresivo de la economía.

A las 9:30 a. m. (hora del Este), el Nasdaq 100 retrocedía un 0,42 %, el S&P 500 perdía un 0,18 %, y el Dow Jones Industrial Average lograba avanzar un 0,16 %, impulsado por las acciones de Boeing, Caterpillar y UnitedHealth. La renta variable se movía con prudencia, reflejando la tensión entre un escenario político más estable y una economía que empieza a mostrar síntomas de agotamiento.

El acuerdo en el Senado, respaldado por demócratas y republicanos, garantiza la financiación del gobierno hasta mediados de 2025. El presidente Joe Biden celebró la aprobación como “una victoria del sentido común” y aseguró que la administración “se centrará ahora en proteger el empleo y reducir la inflación”. Sin embargo, los analistas apuntan a que el cierre ha dejado secuelas en la confianza empresarial y en el gasto público, con impacto directo en el crecimiento del último trimestre del año.

En paralelo, los últimos datos de empleo de ADP mostraron un descenso medio de 11.250 puestos semanales durante el último mes, lo que refuerza la idea de que el mercado laboral, tras dos años de fortaleza, comienza a enfriarse. El informe mensual de octubre reflejó una creación neta de apenas 42.000 empleos, con pérdidas destacadas en los sectores de servicios profesionales, ocio y hostelería.

A este panorama se suma el índice de optimismo de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB), que volvió a caer en octubre hasta los 98,2 puntos, su nivel más bajo desde mayo. Las principales preocupaciones, según el informe, siguen siendo el coste laboral, la falta de mano de obra cualificada y las interrupciones en la cadena de suministro.

En los mercados de divisas, el euro subía un 0,33 % frente al dólar, situándose en 1,1602 $, apoyado por los buenos datos de producción industrial en Alemania y la expectativa de que el Banco Central Europeo mantenga su política de tipos sin cambios hasta 2026. Por su parte, el dólar retrocedía ligeramente frente a una cesta de divisas emergentes, reflejando una menor demanda de activos refugio tras el acuerdo presupuestario en Washington.

El mercado de bonos, sin embargo, mantenía una actitud más cautelosa. El rendimiento del Treasury a 10 años se situaba en torno al 4,32 %, mientras los inversores trataban de anticipar los próximos pasos de la Reserva Federal. Los futuros de tipos de interés apuntan a que la Fed podría mantener su pausa durante lo que resta de 2025, a la espera de señales más claras sobre el rumbo del crecimiento y la inflación.

La reacción del mercado también estuvo marcada por el comportamiento de las grandes tecnológicas, que siguen corrigiendo tras meses de subidas. Apple y Nvidia registraban ligeras caídas, mientras Alphabet y Amazon lograban estabilizarse. Los analistas de Morgan Stanley señalan que el sector sigue bajo presión por las revisiones de previsiones de beneficios, aunque mantiene fundamentos sólidos de largo plazo.

En términos generales, los inversores parecen recibir el acuerdo político con un “optimismo prudente”. El alivio institucional ha devuelto cierta estabilidad al escenario de Washington, pero los datos económicos, lejos de acompañar, sugieren que la economía estadounidense entra en una fase de crecimiento más moderado.

Como resume Edward Moya, analista senior de OANDA: “El fin del cierre de gobierno es una buena noticia, pero no borra los retos estructurales: una inflación persistente, un mercado laboral que se enfría y una Fed que no tiene prisa por recortar tipos”.

La reapertura de la administración da aire a los mercados, pero no cambia la narrativa: el foco vuelve a estar en los fundamentos, y estos, de momento, no invitan a euforia.