Wall Street tiembla tras el mayor cierre de Gobierno de la historia: la Fed enfría el sueño del recorte de tipos
Wall Street amanece de nuevo en rojo. Los futuros de la renta variable estadounidense caen este viernes y encadenan la resaca de la fuerte venta de la víspera, en un contexto en el que los inversores intentan calibrar dos shocks al mismo tiempo: el impacto del cierre de Gobierno más largo de la historia de Estados Unidos y el giro de tono en la Reserva Federal, donde varias voces empiezan a poner en duda que haya un nuevo recorte de tipos en diciembre.
Mercados en rojo tras el shutdown histórico
Según los datos de preapertura, los futuros del Dow Jones ceden en torno a un 0,2 %, los del S&P 500 se dejan cerca de un 0,3 % y los del Nasdaq 100 retroceden casi medio punto porcentual, prolongando una sesión previa marcada por ventas masivas en todos los grandes índices. El mensaje es claro: el mercado no ha digerido todavía ni la factura económica del shutdown ni el ruido creciente en torno a la política monetaria.
El telón de fondo es un cierre administrativo que la Casa Blanca describe como el más largo de la historia del país y que, según sus propios cálculos, ha costado “miles y miles de millones de dólares” a la economía estadounidense. Mientras la Administración intenta volver a la normalidad y reactivar la publicación de datos clave como empleo e inflación, los inversores se mueven prácticamente a ciegas, sin las referencias macro que suelen guiar las expectativas sobre la Reserva Federal.
La Fed enfría el sueño de más recortes de tipos
Ese vacío de información llega justo cuando el banco central vive un debate interno especialmente tenso. Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, ha insistido en las últimas horas en que es “prematuro” dar por hecho un recorte de tipos en la reunión de diciembre. Aunque reconoce que la inflación ha moderado parte de su impulso, también subraya que sigue por encima del objetivo del 2 % y que el mercado laboral solo ha perdido fuelle de forma gradual, no abrupta.
En paralelo, Beth Hammack, presidenta de la Fed de Cleveland, ha reforzado el bando más hawkish dentro del Comité, defendiendo que la política monetaria debe mantenerse en niveles restrictivos durante más tiempo para terminar de domar una inflación que, a su juicio, seguirá por encima del 2 % todavía varios años. Hammack se ha mostrado abiertamente escéptica sobre la necesidad de más recortes a corto plazo y ha recordado que el banco central ya ha recortado el precio del dinero en dos ocasiones este año.
El resultado de ese cruce de mensajes es un cambio rápido en las probabilidades que descuenta el mercado. Las casas de análisis señalan que la apuesta por un recorte de tipos en diciembre, que hace solo unos días parecía casi asegurada, ahora se mueve en territorio de “cara o cruz”, con unas probabilidades cercanas al 50 %. La combinación de inflación pegajosa, falta de datos oficiales por el shutdown y división dentro de la Fed ha devuelto la volatilidad al centro del tablero.
Impacto para Europa y el inversor español
Para el inversor europeo, este nuevo episodio de nerviosismo tiene una lectura doble. Por un lado, un Wall Street más débil suele traducirse en tomas de beneficios en las bolsas del Viejo Continente tras las fuertes subidas de los últimos días, cuando índices como el IBEX 35 celebraban el inminente fin del cierre de Gobierno en EE. UU. Por otro, una Fed más dura de lo previsto mantiene la presión sobre el coste de financiación global y complica el escenario para empresas muy endeudadas.
La fortaleza del dólar frente al euro —la divisa comunitaria vuelve a ceder terreno en el cruce— añade una capa más de complejidad. Si la Fed decide finalmente pausar los recortes y mantiene los tipos altos durante más tiempo, el flujo de capital hacia activos denominados en dólares podría intensificarse, dejando a las bolsas europeas más expuestas a episodios de salida de dinero en momentos de estrés. Para el ahorrador español con exposición a Wall Street, el binomio tipo de cambio–volatilidad se convierte en una variable que hay que vigilar de cerca.
¿Corrección sana o cambio de narrativa?
La gran pregunta ahora es si estamos ante una corrección sana tras meses de euforia o el inicio de un cambio de narrativa más profundo. Mucho dependerá de cómo evolucione la publicación de los datos retrasados por el shutdown y de si la inflación confirma que sigue bajando sin un deterioro brusco del empleo. Si la economía aguanta y los precios continúan moderándose, la Fed gozará de margen para retomar los recortes más adelante; si no, el escenario de “tipos altos por más tiempo” podría quedarse entre nosotros más de lo que el mercado está dispuesto a asumir.
En definitiva, la combinación de la factura del mayor cierre de Gobierno de la historia y una Fed cada vez más dividida ha devuelto el miedo a Wall Street. Para el inversor, el mensaje es claro: prudencia con el corto plazo, atención al calendario de datos y una revisión honesta de cuánto riesgo está dispuesto a soportar si el sueño del recorte de tipos rápido se esfuma.