El WTI se hunde casi un 3% ante el avance del plan de paz para Ucrania y arrastra también al Brent
Los precios del petróleo encajan una fuerte caída este martes después de que un alto cargo estadounidense señalara que Kiev ha aceptado “en principio” el plan de paz mediado por Washington para Ucrania. El WTI para entrega en enero retrocedía un 2,82% hasta 57,32 dólares, mientras que el Brent del mismo mes caía un 2,48% hasta 61,83 dólares a las 10:33 a.m. ET, en un movimiento que refleja la retirada parcial de la prima de riesgo geopolítico ligada al conflicto.
El detonante llegó con las declaraciones de un funcionario de Estados Unidos a ABC News, asegurando que Ucrania ha aceptado la propuesta de paz, aunque todavía quedan “algunos detalles menores” por cerrar. Poco después, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habló de un “progreso tremendo” en las negociaciones, matizando que aún persisten “pocos detalles delicados” que requieren más conversaciones. Esas frases bastaron para que el mercado del crudo empezara a descontar un escenario en el que se reduce la tensión bélica en Europa del Este y, con ella, parte del riesgo de interrupciones de suministro o nuevas sanciones energéticas.
La reacción ha sido inmediata en los futuros de referencia. El WTI, que venía apoyado en semanas anteriores por el miedo a una guerra larga y a la fragmentación de rutas de transporte, cedió casi 1,6 dólares por barril en cuestión de horas, borrando gran parte de las subidas recientes. El Brent, referencia internacional ligada sobre todo a Europa y a las exportaciones marítimas, acompañó el movimiento a la baja, reflejando la percepción de que un alto el fuego creíble en Ucrania suavizaría las presiones sobre el mercado físico y sobre las negociaciones dentro de la OPEP+ en torno a recortes adicionales.
Más allá de la fotografía intradía, el desplome del crudo tiene implicaciones directas para el resto de clases de activo. Un petróleo más barato suele traducirse en alivio para las expectativas de inflación, especialmente en economías importadoras como la zona euro, y puede reducir la presión sobre los bancos centrales de cara a futuras decisiones de tipos. Al mismo tiempo, supone un lastre para las compañías petroleras y de servicios energéticos, cuyos márgenes dependen en gran medida del nivel de precios, y puede provocar rotaciones hacia sectores más sensibles a la bajada de costes (aerolíneas, transporte, consumo, etc.).
Con todo, los analistas advierten de que el movimiento de hoy descansa sobre una paz todavía no firmada ni garantizada. El propio mensaje de la Casa Blanca insiste en que hay “detalles delicados” pendientes, y Rusia aún no ha dado su visto bueno definitivo al esquema propuesto. Eso significa que buena parte de la corrección podría deshacerse rápidamente si las conversaciones se encallan o si Moscú responde con nuevas escaladas en el frente militar o energético.
Por ahora, el mercado manda una señal clara: cada paso visible hacia un acuerdo en Ucrania se traduce en menos prima de riesgo sobre el barril. La incógnita es si este giro se consolidará en las próximas semanas o si el capítulo de hoy quedará como otro episodio de volatilidad ligada a titulares en una guerra que, hasta ahora, se ha resistido a cualquier final definitivo.