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Yann LeCun se emancipa de Meta: el cerebro detrás de la IA más avanzada del mundo prepara su propia revolución científica

EPA / J. L. CEREIDON

El científico jefe de inteligencia artificial de Meta Platforms, Yann LeCun, planea dejar la compañía para lanzar su propia startup, según adelantó el Financial Times. Su salida marcaría un punto de inflexión en la carrera tecnológica global, al enfrentarse directamente al modelo de inteligencia artificial dominante y apostar por una visión más ambiciosa y cercana a la comprensión humana.

El mundo de la inteligencia artificial podría estar ante uno de sus mayores giros en años. Yann LeCun, científico jefe de IA en Meta y ganador del Premio Turing, estaría a punto de abandonar la compañía para fundar su propia startup, según fuentes citadas por el Financial Times. La noticia llega en plena reestructuración interna impulsada por Mark Zuckerberg, quien busca reorientar la estrategia de la empresa hacia la creación de una “superinteligencia” capaz de rivalizar con OpenAI, Anthropic y Google DeepMind.

El final de una era en Meta

Durante más de una década, LeCun ha sido la mente detrás del laboratorio FAIR (Facebook AI Research), uno de los centros de investigación más influyentes del mundo. Desde allí, defendió una visión de la inteligencia artificial abierta, ética y científica, apostando por la comprensión profunda del entorno físico más que por el simple procesamiento del lenguaje. Sin embargo, esa filosofía comenzó a chocar con la nueva dirección de Meta, cada vez más enfocada en resultados rápidos y en aplicaciones comerciales de modelos generativos.

Según las filtraciones, Zuckerberg habría desplazado parte del equipo de investigación de LeCun para crear un nuevo grupo de “superinteligencia”, encabezado por Alexandr Wang, fundador de Scale AI. Este movimiento, que centraliza el poder científico bajo una estructura más empresarial, habría sido el detonante de la ruptura.

“Meta se está moviendo hacia una IA de producto; LeCun sigue pensando en una IA de conocimiento”, resume un investigador que trabajó junto al francés.

Una nueva frontera: los “modelos mundiales”

LeCun, conocido por ser uno de los tres “padres del deep learning” junto a Geoffrey Hinton y Yoshua Bengio, lleva tiempo advirtiendo sobre los límites de los actuales modelos de lenguaje. En sus propias palabras, sistemas como ChatGPT o Gemini “solo predicen la siguiente palabra; no entienden el mundo que describen”.

Su nuevo proyecto estaría enfocado en desarrollar “modelos mundiales” (world models), un enfoque de IA que busca dotar a las máquinas de la capacidad de razonar, aprender del entorno y construir una comprensión interna de la realidad. Esta tecnología pretende ir más allá del texto, integrando la percepción visual, el contexto físico y la experiencia acumulada, lo que podría acercar la IA a una inteligencia verdaderamente autónoma.

Fuentes cercanas aseguran que LeCun ya ha iniciado conversaciones con varios fondos de inversión para lanzar la compañía en 2026, con un equipo inicial formado por exinvestigadores de FAIR y académicos europeos.

Meta cambia de rumbo

Mientras tanto, Zuckerberg continúa acelerando la apuesta de Meta por la superinteligencia generativa, buscando reducir la brecha frente a sus rivales estadounidenses. Su objetivo es integrar modelos avanzados en todos los productos de la compañía —desde Instagram hasta los visores de realidad mixta— y posicionar a Meta como un referente global en IA aplicada al consumo.

Sin embargo, la salida de LeCun supondría un golpe simbólico y estratégico. Pocas figuras dentro de Meta gozan de su prestigio académico y de su autoridad moral en el ámbito científico. Su marcha podría debilitar la reputación de Meta como centro de innovación en investigación fundamental y reavivar el debate sobre el rumbo ético de la inteligencia artificial.

Un nuevo polo de innovación

Si se confirma, la salida de LeCun podría generar un efecto dominó en la comunidad científica. Expertos consultados por Reuters apuntan a que su prestigio atraerá rápidamente talento académico y capital privado, dando lugar a un nuevo polo de investigación independiente de las grandes tecnológicas.

“LeCun tiene la credibilidad para construir la alternativa que la IA necesita: una que no dependa de intereses corporativos ni de modelos cerrados”, apunta un exinvestigador de FAIR.

La posible creación de su startup no solo representa la emancipación de uno de los cerebros más influyentes del siglo XXI, sino también una oportunidad para replantear el futuro de la inteligencia artificial: ¿queremos máquinas que generen texto o que entiendan el mundo?

El inicio de una nueva etapa

Ni Meta ni LeCun han hecho declaraciones oficiales. Pero en Silicon Valley ya se habla de una ruptura de paradigma. Si su visión prospera, el francés podría liderar la próxima revolución de la IA: una que combine ciencia, ética y autonomía tecnológica, alejándose de la carrera por el beneficio inmediato y acercándose a la verdadera comprensión de la inteligencia.

Como escribió LeCun hace poco en X: “La próxima generación de inteligencia artificial no solo hablará. Entenderá.”