Claves del día: Trump salva el golpe, el susto del TACO Trade y surrealismo en las élites europeas
Claves del día: Trump salva el golpe, el susto del TACO Trade y surrealismo en las élites europeas
El presidente Donald Trump ha explicado en Truth Social el proceso de pausa y bloqueo de los aranceles. Trump ha reflexionado acerca del daño que han hecho los jueces con el bloqueo a EEUU, complicando las negociaciones del resto de países con Trump acerca de los aranceles. "Se trata simplemente de odio a Trump", ha sido el mensaje de Donald Trump. Y ha recordado que con la decisión del Tribunal, la economía de EEUU se vería gravemente dañada.
La Casa Blanca ha celebrado la suspensión como una gran victoria anunciando que llevará el caso a la Corte Suprema, calificando la decisión del Tribunal de "extralimitación judicial". Ahora, mientras esté en vigor la suspensión, EEUU puede seguir aplicando aranceles, aunque esté en duda el futuro arancelario de Trump. El inversor empieza a preocuparse ante una fotografía complicada de posible bloqueo de aranceles.
El rey Felipe VI de España le daba el premio a Von der Leyen. Donde hablaba sobre la unidad europea, cuando lo que realmente está haciendo la presidenta de Europa es justamente lo contrario. El reconocimiento a Von der Leyen parece ignorar la desconexión entre las instituciones y quienes viven sus consecuencias. La presidenta de la Comisión ha quedado fuera de las mesas de negociación clave en la guerra de Ucrania, y su silencio ante la ofensiva israelí sobre Gaza refuerza la idea de una Europa irrelevante en el tablero internacional. No hay liderazgo visible, solo discursos cargados de buenas intenciones mientras se multiplican los errores diplomáticos.
Europa no está siendo guía de nada. Ha regulado la inteligencia artificial sin regular realmente nada: una legislación pensada más para la portada que para el contenido. Se actúa tarde frente a la inflación, se aplica censura disfrazada de normas modernas, y se impone el euro digital sin un debate real sobre libertades. Mientras tanto, se celebra a Von der Leyen como símbolo de ese rumbo. Un rumbo que no ilusiona, que no integra, que no entusiasma. Que premia a quien representa la continuidad de un modelo que ha perdido fuerza y legitimidad. A quien tiene en un cajón el plan Draghi. A quien impulsa mecanismos de control social en nombre del progreso.