FERNÁNDEZ SOLA: “Zelensky no quiere acabar la guerra; ese es su fin, y estamos paralizados”

FERNÁNDEZ SOLA: “Zelensky no quiere acabar la guerra; ese es su fin, y estamos paralizados”

En la entrevista realizada a Natividad Fernández Sola, Catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad de Zaragoza, se aborda en profundidad la compleja situación del conflicto entre Rusia y Ucrania, así como las implicaciones internacionales y económicas que lo rodean. Fernández Sola destaca que el plazo de 50 días para avanzar en las negociaciones es un “paso más” dentro de un estancamiento prolongado, donde “cada paso que damos es respondido por el otro lado con una bravata mayor” y esto dificulta la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz. Según ella, “la situación está en un bucle” debido a la escalada retórica y la falta de voluntad real para resolver el conflicto.

La experta subraya el papel contradictorio de Estados Unidos y Europa en el conflicto: mientras Estados Unidos busca “terminar con el conflicto por razones meramente económicas y domésticas”, Europa adopta una postura que “lleva a empeorar más la situación” debido al aumento del gasto en defensa y las sanciones impuestas a Rusia, que en realidad “nos pegan un tiro en el pie a la Unión Europea”. Fernández Sola critica duramente las sanciones, calificándolas como “acciones que no afectan realmente a Rusia, que tiene otros proveedores, pero sí afectan a Europa y su economía”, poniendo en riesgo la integración europea y el bienestar de sus ciudadanos.

En cuanto a la dinámica interna en Ucrania, la catedrática explica que la reciente reconfiguración gubernamental impulsada por Zelensky responde principalmente a la necesidad de “sobrevivir” ante la prolongación del conflicto y la presión interna, aunque duda de que esta estrategia conduzca a un acercamiento real hacia la paz. Además, destaca la desconfianza de Rusia hacia Occidente, la OTAN y Estados Unidos, especialmente por la “retórica agresiva” y las acciones militares que complican cualquier negociación seria.

Terminando la entrevista, Fernández Sola advierte que, aunque “no tiramos la toalla todavía”, las posibilidades de alcanzar una solución en los próximos 50 días son mínimas, a menos que ocurra “algo fantástico”.