“Las redes sociales son fentanilo para la democracia”. Juan Carlos Blanco

“Las redes sociales son fentanilo para la democracia”. Juan Carlos Blanco

En la entrevista con Juan Carlos Blanco, autor del libro La tiranía de las naciones pantalla , se aborda en profundidad el poder que las grandes plataformas digitales —dirigidas por figuras como Mark Zuckerberg, Jeff Bezos o Elon Musk— han adquirido, transformándose en auténticas “Naciones Pantalla”. Blanco explica que estas plataformas “tienen tanto poder en nuestras vidas, impactan tanto en nuestro día a día, que están siendo ya más importantes que muchos de los estados que regulan nuestra vida”. La entrevista gira en torno a los “cinco pecados capitales” de estas plataformas, que son: la masiva violación de la privacidad, la pandemia de distracción y desatención especialmente en jóvenes, la destrucción del comercio de proximidad, el colapso del sistema tradicional de medios de comunicación y el “fentanilo para la democracia”, es decir, el daño que las redes sociales causan a la conversación pública con la difusión masiva de bulos, infamias y manipulación política.

Blanco subraya que no se trata de una visión apocalíptica ni conspiranoica, sino de un llamado a la reflexión crítica: “hay que pararse a pensar en el reverso más tenebroso de unas plataformas que ya forman parte de nuestras vidas”. Explica además que el modelo de negocio basado en la publicidad programática impulsa a estas empresas a “utilizar técnicas depredadoras de nuestra atención” para mantenernos enganchados a las pantallas, lo que moldea negativamente nuestra concentración y hábitos cognitivos.

Respecto al impacto político, alerta que estas plataformas se han convertido en “las nuevas plazas de la conversación pública”, pero que en lugar de ser asambleas participativas, se han transformado en “tabernas de borrachos” donde prevalecen insultos y desinformación, afectando gravemente la democracia. Cita ejemplos concretos como la influencia de Elon Musk en la red X (antiguo Twitter) durante las elecciones de Estados Unidos, donde “decidía qué tuits tenían que leer los usuarios” favoreciendo a ciertos candidatos.

Por último, Blanco enfatiza la responsabilidad ciudadana y el papel crucial de las administraciones públicas para regular y “asustar a las tecnológicas”, imponiendo multas severas y, en casos extremos, prohibiciones para proteger a la sociedad y preservar la soberanía estatal frente a estas entidades transnacionales. En su opinión, “los estados son los representantes de los ciudadanos y los ciudadanos tenemos el derecho a que no nos gobiernen unas plataformas a las que no hemos votado”.