La inteligencia artificial revoluciona: empresas gestionadas por una sola persona ya son realidad

En el último episodio de Tech Talks by Skiller Academy, emitido en Negocios TV, la conversación giró en torno a un tema tan inspirador como inevitable: la fusión entre tecnología, cultura y ciudad. El encuentro reunió a Adolfo Pastor, CEO de Youwin Media y responsable del espacio cultural Phygital Gallery en Madrid, y a Óscar Casero, abogado, divulgador y creador del canal KSRO & Friends, para reflexionar sobre cómo la inteligencia artificial está transformando los medios, el arte, el derecho y, en definitiva, la forma en que vivimos.

Pastor abrió la charla describiendo el espíritu de su galería, ubicada en el barrio de Lavapiés: un edificio histórico de 1.200 metros cuadrados convertido en un punto de encuentro entre lo físico y lo digital. “Desde el principio quisimos unir lo tradicional con lo tecnológico. Es un espacio que respira historia, pero también futuro”, explicó. Dentro de este concepto phygital, su próximo gran proyecto es Cora Art Sessions, un ciclo de exposiciones de arte NFT previsto para 2026 que buscará unir artistas contemporáneos con el universo blockchain y el patrocinio de marcas. “Queremos que sea un referente en Madrid, pero necesitamos apoyo institucional y empresarial. Es un proyecto ambicioso y culturalmente potente”, añadió.

Por su parte, Casero llevó la conversación hacia el impacto de la IA en el ámbito jurídico y profesional. Con un tono directo, afirmó que la inteligencia artificial “no viene a destruir empleos, sino a multiplicar las posibilidades”. En su visión, las herramientas de IA están permitiendo que pequeños despachos trabajen con la misma eficiencia que las grandes firmas, gracias a sistemas que analizan jurisprudencia, redactan documentos o sintetizan información en segundos. “La inteligencia artificial es un superpoder. No sustituye al ser humano, pero sí le da velocidad y capacidad. Quien no se forme en esto quedará fuera del mercado”, advirtió.

El abogado también hizo hincapié en la importancia de la educación: “Necesitamos que la formación en inteligencia artificial esté presente desde la escuela. Igual que el inglés fue un requisito laboral hace décadas, ahora lo será la IA”. Según Casero, el reto no es prohibir su uso, sino aprender a integrarla de forma ética, crítica y creativa.

La conversación avanzó hacia el impacto mediático. Pastor señaló que el periodismo vive “una crisis de la verdad”, en la que la inteligencia artificial puede jugar un papel decisivo. “Antes una noticia pasaba por filtros, redacciones y comprobaciones. Hoy la inmediatez domina y muchas veces la información no está contrastada. La IA puede ayudar a verificar datos y optimizar procesos, pero no debe sustituir el criterio humano”, defendió.

Casero añadió que el problema no está en las herramientas, sino en cómo se usan. “La desinformación no nació con la IA. Lo que debemos hacer es usarla para verificar, no para confundir”, puntualizó. Ambos coincidieron en que el futuro de los medios y la cultura dependerá de la capacidad de combinar tecnología y ética en un mismo plano.

La charla tomó un tono más futurista cuando se abordó el papel de los dispositivos inteligentes. Pastor recordó la película Minority Report al imaginar una publicidad exterior personalizada según el usuario: “La IA permitirá crear campañas dinámicas, donde los mensajes se adapten a quien los mira. Es una evolución que antes parecía ciencia ficción”. Casero coincidió y fue más allá: “Las gafas inteligentes serán el siguiente paso. Ya no dependeremos del móvil. Escuchar, leer o traducir en tiempo real será algo cotidiano”.

Sin embargo, ambos subrayaron la necesidad de regulación, transparencia y formación continua. La velocidad del cambio tecnológico, dijeron, exige que gobiernos, empresas y ciudadanos comprendan tanto las ventajas como los límites éticos de estas innovaciones.

El encuentro cerró con una mirada optimista. Pastor destacó que la Phygital Gallery no solo busca mostrar arte, sino construir un ecosistema donde la tecnología se viva como una experiencia cultural accesible. Casero, por su parte, adelantó que en su canal lanzará tertulias con ingenieros, filósofos y profesionales de distintos sectores para debatir sobre los usos reales de la IA. “La clave es acercarla a la gente. No hay que tenerle miedo, hay que aprender a usarla”, resumió.

El episodio dejó un mensaje claro: la inteligencia artificial no es el fin del trabajo humano, sino el inicio de una nueva etapa en la que cultura, creatividad y tecnología convivirán de manera más estrecha que nunca. El futuro —coincidieron ambos invitados— no se trata de elegir entre humanos o máquinas, sino de aprender a crear juntos un mundo más inteligente, ético y conectado.