Amazon negocia invertir más de 10.000 millones en OpenAI: el “golpe” que puede llevar Trainium a ChatGPT

Una posible inversión “de dos dígitos” que reordena el mapa de la IA

Amazon está en conversaciones para invertir 10.000 millones de dólares o más en OpenAI, de acuerdo con una información de The Information citada por Reuters. El tamaño del cheque no es un detalle: Reuters señala que las conversaciones podrían valorar a OpenAI en más de 500.000 millones de dólares, y que la compañía también se prepara para una eventual salida a bolsa que algunos inversores sitúan en el entorno del billón de dólares de valoración. Aunque las negociaciones se describen como fluidas y sin acuerdo cerrado, el movimiento apunta a un giro estructural: OpenAI quiere más infraestructura, más opcionalidad… y más músculo financiero para sostener el coste del cómputo.

La clave técnica: Trainium entra en escena

El elemento diferencial del posible pacto es que podría llevar a OpenAI a utilizar los chips de IA de Amazon, Trainium, diseñados para entrenamiento e inferencia a gran escala en AWS. Para Amazon, esto sería mucho más que una inversión financiera: sería convertir a OpenAI en un cliente ancla de su alternativa a las GPU dominantes. AWS está empujando Trainium2 y sus instancias Trn2 con un argumento competitivo de precio-rendimiento frente a infraestructuras basadas en GPU, además de una arquitectura propia (NeuronLink) para interconectar chips. Si OpenAI migra parte de cargas, el mensaje al mercado sería claro: la “capa chips” ya no es solo Nvidia versus el resto; la demanda está forzando un ecosistema más multiproveedor.

¿Y Microsoft? Exclusividad, pero con matices

La operación también se lee en clave Microsoft. Reuters recuerda que Microsoft mantiene una participación relevante en OpenAI (menciona un 27%) y derechos de comercialización/exclusividad sobre modelos en su nube. Aun así, OpenAI y Microsoft anunciaron en octubre de 2025 un “nuevo capítulo” que introduce matices importantes: los productos API desarrollados con terceros seguirán siendo exclusivos de Azure, pero determinados productos no-API pueden servirse desde cualquier proveedor cloud. En ese encaje, Amazon podría aportar capacidad y chips sin necesariamente romper el perímetro de exclusividad comercial de Azure sobre ciertos servicios.

Por qué Amazon quiere estar dentro: infraestructura, distribución y defensa competitiva

Para Amazon, el incentivo es doble. Primero, reforzar AWS como plataforma de IA generativa con un “sello” de validación: si OpenAI usa Trainium, AWS gana credibilidad frente a clientes que hoy compran capacidad Nvidia. Segundo, mover ficha en la guerra de ecosistemas: Amazon ya ha invertido en modelos (como su relación con Anthropic) y ha impulsado Bedrock como capa de distribución. Una entrada en OpenAI, aunque sea solo conversación por ahora, sugiere una estrategia de cobertura: estar expuesto a los ganadores del ciclo y, a la vez, colocar tecnología propia (chips y nube) como estándar de facto.

Lo que puede cambiar en el negocio: coste de cómputo, suministro y poder de negociación

En el corto plazo, el impacto real dependerá de si el acuerdo se materializa y de cuánta carga termina “aterrizando” en AWS. Pero la lógica económica es potente: el entrenamiento y la inferencia consumen capital y capacidad como pocos negocios en el planeta. Diversificar proveedores (chips y cloud) puede mejorar el poder de negociación de OpenAI, reducir riesgos de suministro y optimizar costes. Para Amazon, supone aumentar utilización de sus centros de datos y acelerar ventas de Trainium, un segmento estratégico en el que competir contra Nvidia y Google no es opcional: es existencial.