“Si ganamos, perdemos; si fallamos, también”: el desahogo filtrado del CEO de Nvidia sobre la ‘burbuja’ de la IA
Jensen Huang, cofundador y consejero delegado de Nvidia, dejó claro en una reunión interna que la compañía vive en una especie de callejón sin salida ante el miedo creciente a una posible burbuja de inteligencia artificial. El audio, filtrado desde un all-hands con empleados, muestra a un CEO que, pese a unos resultados históricos, siente que el mercado les ha colocado en una posición imposible.
Un trimestre “increíble” que el mercado no quiso celebrar
Menos de 24 horas después de presentar otro trimestre de récord, con “visibilidad” sobre hasta medio billón de dólares en ingresos para 2025 y 2026, Huang se dirigió a la plantilla con una mezcla de orgullo y frustración. “El mercado no apreció nuestro trimestre increíble”, admitió, según la grabación citada por Fortune.
La reacción lo dice todo: las acciones de Nvidia llegaron a subir en la sesión del jueves, pero terminaron girándose a la baja y arrastraron con ellas a gran parte del ‘trade’ de IA. Lo que, sobre el papel, parecía el combustible perfecto para otro rally de seis meses se convirtió en una recogida de beneficios masiva en las grandes tecnológicas.
“Si lo hacemos mal, prueba de burbuja; si lo hacemos bien, alimentamos la burbuja”
Huang resumió el dilema con brutal claridad: “Si damos un mal trimestre, es prueba de que hay una burbuja de IA. Si damos un trimestre excelente, estamos alimentando la burbuja”. Según el CEO, las expectativas en torno a la compañía son tan extremas que cualquier movimiento se interpreta como una señal de riesgo.
De hecho, llegó a admitir que, si los números hubieran flojeado “aunque fuera un poco”, muchos habrían dado por rota toda la narrativa de la IA. Cada presentación de resultados se ha convertido así en un número de funambulismo: un pequeño tropiezo puede activar un cambio de sentimiento global sobre el sector.
El gigante que “sostiene el planeta”… y paga el precio
Huang también se refirió con ironía a los memes que circulan en redes, donde Nvidia aparece como el pilar que sostiene la economía mundial y la única barrera entre Estados Unidos y una recesión profunda. “Estamos básicamente manteniendo el planeta unido… y no es del todo falso”, bromeó ante los empleados.
Ese aura de empresa imprescindible ha disparado la capitalización de Nvidia hasta lo más alto del mercado global, pero también ha convertido al valor en el termómetro emocional de la “historia IA”. Cuando el sentimiento se tuerce, el castigo llega aunque los fundamentales sigan siendo espectaculares.
Inversores nerviosos, deuda oculta y miedo a la factura futura
El trasfondo de esta volatilidad va mucho más allá de una sola compañía. Tal y como recoge Fortune, muchos inversores empiezan a cuestionar si la lluvia de miles de millones en centros de datos, GPU y redes tendrá un retorno real a medio plazo. También miran con lupa las estructuras de financiación, cargadas de deuda, que están apuntalando esta gran oleada de inversión en infraestructura de IA.
Al mismo tiempo, las señales confusas de la Reserva Federal sobre futuros recortes de tipos añaden otra capa de incertidumbre. Sin catalizadores claros hasta la próxima decisión de la Fed, muchos gestores han optado por “asegurar ganancias” tras el rally de los últimos meses y reducir exposición al sector más caliente del mercado.
Humor negro en plena montaña rusa: “Nadie ha perdido 500.000 millones tan rápido”
Pese al evidente estrés, Huang intentó rebajar la tensión con humor. Recordó, en tono sarcástico, “los buenos viejos tiempos” en los que Nvidia parecía valer 5 billones de dólares, antes de aludir a la brutal pérdida de valor acumulada en las últimas semanas.
“Nadie en la historia ha perdido 500.000 millones en unas pocas semanas. Tienes que valer muchísimo para poder perder 500.000 millones en unas pocas semanas”, comentó, según el audio citado por Fortune. Un chiste, sí, pero también un recordatorio del nivel de presión al que está sometida la compañía.
El mensaje final a la plantilla fue claro: el negocio sigue siendo sólido y la demanda estructural de computación para IA no ha desaparecido, aunque el mercado castigue cada movimiento. Nvidia, viene a decir Huang, no controla la narrativa bursátil, sólo la tecnología que la hace posible. Y, visto lo visto, ni eso es garantía de calma.