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Nvidia prepara la compra de la ‘startup’ de chips de IA Groq por 20.000 millones

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La operación, aún no oficial, multiplicaría casi por tres la última valoración de Groq y consolidaría el dominio de Nvidia en aceleradores de inteligencia artificial.

Nvidia habría alcanzado un acuerdo para adquirir la ‘startup’ de aceleradores de inteligencia artificial Groq por alrededor de 20.000 millones de dólares, según adelantó CNBC citando a Alex Davis, consejero delegado de la firma de inversión Disruptive, que ha inyectado más de 500 millones en la compañía. La operación incluiría todos los activos de Groq, pero dejaría fuera su naciente negocio de computación en la nube, que seguiría un camino separado. De confirmarse, el movimiento supondría una nueva sacudida en el mercado de chips de IA, al integrar bajo el paraguas de Nvidia a uno de los desarrolladores más prometedores de tecnología de inferencia.

Un salto de valoración histórico

Groq, especializada en chips aceleradores para cargas de trabajo de inteligencia artificial, fue valorada en 6.900 millones de dólares en su última ronda de financiación, cerrada en septiembre con una captación de 750 millones. Esa ronda estuvo liderada por Disruptive, con una participación «significativa» de BlackRock, Neuberger Berman, DTCP y un gran gestor de fondos estadounidense de la Costa Oeste.

Entre los apoyos estratégicos también figuraban Samsung Electronics y Cisco Systems, además de 1789 Capital, un fondo de capital riesgo respaldado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Si el precio de compra se confirma en el entorno de los 20.000 millones, los primeros inversores verían casi triplicado el valor de su participación en apenas unos meses.

Qué busca Nvidia con Groq

La posible adquisición encaja con la estrategia de Nvidia de reforzar su ecosistema de hardware y software para IA en un momento de demanda explosiva de capacidad de cómputo. Groq se ha hecho un hueco con aceleradores optimizados para inferencia, un segmento clave para ejecutar modelos ya entrenados en aplicaciones reales, desde asistentes de IA hasta servicios en la nube.

Según la información adelantada, Nvidia se quedaría con la totalidad de los activos tecnológicos de Groq, incluidos diseños de chips, propiedad intelectual y talento clave, pero excluiría el negocio de nube que la ‘startup’ estaba desarrollando para ofrecer su potencia de cálculo directamente a clientes finales. De este modo, Nvidia reforzaría su oferta de silicio avanzado sin incorporar un competidor directo más en servicios cloud, un terreno donde ya colabora con grandes proveedores como AWS, Microsoft o Google Cloud.

Un acuerdo de licencia como precedente

Antes de que trascendiera el acuerdo de compra, Groq había anunciado la firma de un acuerdo de licencia no exclusiva con Nvidia para su tecnología de inferencia, al tiempo que insistía en que seguiría operando como compañía independiente. Ese paso se interpretó como una alianza tecnológica que permitía a Nvidia integrar parte de las innovaciones de Groq sin absorber a la empresa.

La filtración del posible acuerdo de adquisición reordena ahora ese relato y sugiere que la relación entre ambas compañías habría evolucionado rápidamente desde una simple colaboración hacia una integración plena, al menos en el plano de los activos de hardware y propiedad intelectual. El carácter no exclusivo de la licencia podría seguir facilitando el uso de esa tecnología por parte de terceros, pero bajo el control directo de Nvidia.

Implicaciones competitivas y reguladoras

El movimiento llega en un momento de máxima escrutinio regulatorio sobre el dominio de Nvidia en el mercado de chips de IA, donde ya concentra una cuota claramente dominante en aceleradores para centros de datos. La absorción de un actor emergente como Groq podría reavivar los debates sobre competencia y desencadenar revisiones en Estados Unidos y otras jurisdicciones.

Al mismo tiempo, la presencia de inversores de peso como BlackRock, Samsung o un fondo respaldado por Trump añade un componente político y estratégico a la operación. Para los rivales —desde fabricantes de chips como AMD o Intel hasta proveedores de servicios cloud—, la compra consolidaría aún más a Nvidia como pieza central del hardware de IA, elevando la barrera de entrada tecnológica y financiera para nuevos aspirantes.

Una apuesta más en la carrera por la IA

Si se confirma, la adquisición de Groq por 20.000 millones de dólares se sumará a la lista de grandes operaciones impulsadas por la carrera global por la inteligencia artificial. Tras años en los que el capital riesgo ha financiado un amplio abanico de proyectos de silicio especializado, los gigantes del sector parecen dispuestos a integrar a los actores más avanzados para acelerar sus propias hojas de ruta.

Para Nvidia, la compra refuerza su narrativa de liderazgo absoluto en la infraestructura de IA, desde los chips de entrenamiento hasta las plataformas de inferencia y el software. Para el mercado, el mensaje es claro: la consolidación continúa y las valoraciones de los activos estratégicos en IA seguirán marcadas por una combinación de escasez de talento, presión competitiva y urgencia por ganar escala.