Los 12 puntos de la paz en Ucrania: entre la realidad y la utopía del acuerdo Trump-Putin
El supuesto plan de paz de 12 puntos en Ucrania, propuesto en un acuerdo entre Donald Trump y Vladímir Putin, enfrenta el análisis crítico de Jesús López Almejo, quien cuestiona la legitimidad y viabilidad del mismo, señalando el papel limitado de la Unión Europea y el protagonismo real de Estados Unidos y Rusia en el conflicto.
La interminable guerra en Ucrania ha dado pie a múltiples intentos de paz, aunque pocas propuestas cuentan con el respaldo necesario para concretarse. El llamado plan de paz de 12 puntos, atribuido a un supuesto entendimiento entre Donald Trump y Vladímir Putin, promete un alto el fuego definitivo, pero ¿cuán factible es realmente? Según el análisis de Jesús López Almejo, la iniciativa sufre de falta de legitimidad y apoyo real, dejándonos más con interrogantes que con certezas.
El rol limitado de Europa en la negociación
Europa, lejos de ser protagonista en esta trama, aparece como un actor secundario y casi decorativo. López Almejo señala que la Unión Europea no fue invitada directamente a la mesa de negociación, lo que deja en evidencia una crisis profunda que atraviesa: desde lo económico y político hasta lo social y energético. No deja de ser irónico cómo, con tantas debilidades internas, se pretenda erigir como pacificadora internacional.
En este contexto, hablar de un plan de paz europeo ucraniano se vuelve más un gesto simbólico que una propuesta con dientes y garra. No hay respaldo militar ni consenso fuerte que sostenga esta iniciativa, que parece más un movimiento oportunista para ganar relevancia en un tablero donde los verdaderos jugadores están bien definidos.
Problemas estructurales que empañan el liderazgo europeo
Los retos que enfrentan los países del viejo continente no son pocos: la notable pérdida de competitividad frente a otras potencias globales, una crisis migratoria que apenas encuentra solución y una aparente carencia de innovación tecnológica como motor de progreso. ¿Puede un bloque con estas debilidades mostrar músculo suficiente para mediar en una guerra?
Estos factores, por sí solos, ponen en tela de juicio la capacidad de la Unión Europea para presentar un plan de paz con fundamentos sólidos, más allá del simbolismo y las buenas intenciones.
Estados Unidos y Rusia: los verdaderos protagonistas
Mientras Europa se debate en sus propios problemas, Estados Unidos y Rusia continúan marcando el ritmo del conflicto. De hecho, todo indica que el plan de 12 puntos proviene de un acuerdo entre Donald Trump y Vladímir Putin, dejando a Vladímir Zelenski y la UE como meros asistentes a una negociación donde su poder real es limitado.
La dinámica geopolítica demuestra, entonces, que el pulso entre grandes potencias sigue siendo el factor decisivo. ¿Hasta qué punto pueden cambiar las cosas con un acuerdo al que los actores regionales no tienen acceso ni voz real? La respuesta parece inclinarse hacia el escepticismo.
Un acuerdo simbólico o estratégico?
¿Estamos, acaso, frente a un intento genuino de detener el sufrimiento o más bien una jugada para reposicionar influencias en el tablero global? El texto del plan, por lo que se ha filtrado, apunta a ambas cosas, pero el verdadero impacto dependerá de acciones concretas, no solo palabras, que hasta ahora se ven lejanas.
En definitiva, la comunidad internacional observa expectante, y quizás un poco escéptica, este esquema de 12 puntos que podría marcar un antes y un después… o quedarse en buenas intenciones que no logran materializarse.