Alerta en EE.UU.: Moras en tarjetas de crédito alcanzan niveles no vistos en 14 años
Las moras en tarjetas de crédito en Estados Unidos alcanzan su nivel más alto en 14 años, con cifras cercanas a las de la crisis financiera de 2008. Expertos y autoridades como el Banco de Inglaterra advierten sobre señales de alerta que podrían anticipar un deterioro económico global.
¿Estamos frente a una nueva señal de alerta para la economía global?
Las cifras recientes publicadas por la Reserva Federal de Nueva York han encendido las alarmas, especialmente entre quienes aún recuerdan la turbulencia financiera de 2008. En Estados Unidos, las moras graves en tarjetas de crédito alcanzan un nivel que no se veía desde hace casi quince años, situando al sistema financiero al borde de una posible crisis. Pero, ¿hasta qué punto debemos preocuparnos realmente? Analicemos los datos y las voces que los acompañan.
Cifras que inquietan: la morosidad en alza
Los saldos impagados con más de 90 días de retraso ya representan más del 12% del total en tarjetas de crédito en EE. UU. Una cifra que se acerca peligrosamente al 14% registrado en 2008. Estos datos evocan inevitablemente aquellos años de incertidumbre, cuando la confianza de los consumidores y los mercados se tambaleaba.
Resulta llamativo que, tras un periodo de relativa estabilidad, las moras repunten precisamente ahora, en un contexto en el que la economía parecía estar en recuperación. El problema, además, no se limita a las tarjetas: los préstamos para automóviles también muestran signos de deterioro, ampliando la preocupación sobre el crédito al consumo.
Factores detrás del aumento de la morosidad
La inflación persistente y las tasas de interés cada vez más altas están dejando a muchos consumidores sin margen de maniobra. A esto se suma la desaceleración económica y la incertidumbre laboral, conformando un cóctel difícil de gestionar. En este contexto, no sorprende el incremento de los impagos, aunque sí la velocidad con la que se están produciendo.
Ecos del pasado: las advertencias del Banco de Inglaterra
La inquietud no es exclusiva de Estados Unidos. Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, ha señalado que ciertos indicadores actuales recuerdan a los que precedieron la crisis financiera de 2008. Sus declaraciones son un claro llamado a la cautela: el sistema financiero global está profundamente interconectado, y una fractura en un sector puede tener efectos en cadena en todo el mundo.
¿Estamos realmente ante una nueva crisis?
Predecir el rumbo de la economía nunca es sencillo. Los expertos coinciden en que, aunque las señales son preocupantes, el panorama no es idéntico al de 2008. Las regulaciones financieras son ahora más estrictas y la estructura del mercado más sólida, lo que podría amortiguar un eventual impacto.
Aun así, subestimar la gravedad de los datos sería un error. Las moras en el crédito al consumo son un termómetro clave del bienestar de los hogares y, por extensión, del estado general del mercado.
Impacto potencial en la economía global
Si la tendencia continúa o se agrava, las consecuencias podrían ir más allá de Estados Unidos, afectando a mercados internacionales y generando volatilidad en las inversiones y los flujos de capital. El nerviosismo ya se ha instalado entre inversores y analistas.
Medidas para evitar un colapso mayor
Bancos centrales y gobiernos se encuentran bajo presión para aplicar estrategias efectivas. Ya sea ajustando las políticas monetarias o proporcionando alivios selectivos, el objetivo es claro: no repetir los errores del pasado y garantizar la estabilidad sin sofocar la recuperación económica.