El chavismo exploró un plan secreto con Trump para reemplazar a Maduro y preservar el poder
Un grupo de altos funcionarios chavistas, liderado por Delcy y Jorge Rodríguez, ha explorado discretamente con intermediarios en Catar un plan para retirar a Nicolás Maduro y mantener el control político. Este reporte revela detalles inéditos sobre las negociaciones que plantean una transición sin desmantelar el régimen.
En un giro que pocos esperaban, altos funcionarios del chavismo venezolano han entablado negociaciones indirectas con Washington con un foco claro: sacar a Nicolás Maduro del poder sin derribar el entramado político que lo sostiene. Mientras la crisis socioeconómica continúa golpeando a Venezuela, intrigantes maniobras diplomáticas emergen tras bambalinas. ¿Qué hay detrás de este plan tan delicado y qué significa para el futuro del país?
Las raíces de un plan estratégico
La paciencia es fundamental en política, y en este caso, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y su hermano Jorge —presidente de la Asamblea Nacional— han llevado meses urdiendo un acercamiento que hasta ahora se mantenía en las sombras.
Su objetivo, aunque parece paradójico, es preservar gran parte del poder establecido, pero bajo una figura diferente a la de Maduro, cuyo liderazgo acumula resistencia tanto dentro como fuera del país.
Las gestiones no se hicieron a la ligera, usando canales indirectos que incluyeron mediadores en Catar, país que fungió como puente diplomático, llevando propuestas formales a Washington en abril y septiembre de 2025.
¿Qué ofrecen estas propuestas a Estados Unidos?
El llamado “madurismo sin Maduro” no es solo un neologismo para la prensa; representa una idea concreta. Según fuentes internas que prefieren mantenerse anónimas, se plantea mantener la estabilidad política protegiendo los intereses del chavismo, pero con un liderazgo renovado que resultase más aceptable para el gobierno norteamericano.
Se trata, por tanto, de una transición pactada, evitando así el caos o una fractura completa que pudiese desatar aún más violencia o incertidumbre, escenario que —se sabe— a nadie le conviene, ni siquiera a las potencias involucradas.
¿Sucederá en Venezuela aquello que algunos llaman un "cambio controlado"? Por ahora, solo queda observar señales y evaluar si Washington se muestra receptivo a esta jugada hasta ahora tan sigilosa.
El papel de Catar en la intermediación
No es casualidad que Catar haya sido el canal elegido para estas conversaciones. La nación del Golfo Pérsico tiene un historial reciente de actuar como mediador en disputas internacionales complejas, gracias a su neutralidad relativa y redes diplomáticas en expansión.
Los intermediarios cataríes entregaron personalmente dos documentos oficiales, y aunque poco se sabe del contenido exacto, su entrega oficial a Estados Unidos marca un hito inédito.
¿Qué implica esta operación para la política venezolana?
Si esta propuesta se concretase, podría modificar el tablero de manera profunda. La continuidad de estructuras chavistas pero sin Maduro implicaría una reconfiguración del poder, donde tanto la oposición como actores internacionales tendrían que recalibrar sus estrategias.
Además, abre la puerta a preguntas fundamentales: ¿Cuáles serán las concesiones de cada lado? ¿Podrá una figura distinta al autocrático Maduro ganarse la confianza interna y externa? ¿O es un simple maquillaje para mantener inalterables los privilegios?
No olvidemos que el escenario venezolano está entrelazado con asuntos regionales, intereses geopolíticos y el aumento constante de la migración de millones de venezolanos huyendo de la crisis. Cada movimiento, por más secreto que sea, acarrea consecuencias palpables.