Crisis política en EE. UU. | El shutdown alcanza un hito histórico

El cierre del gobierno de EE. UU. entra en su 36º día y rompe récord histórico

El cierre del gobierno de EE. UU. entra en su 36º día y rompe récord histórico

El cierre del gobierno en EE. UU. alcanzó hoy su día 36, convirtiéndose en el más largo en la historia del país, superando el récord anterior de 35 días establecido durante el primer mandato de Donald Trump. La crisis política entre el presidente y los demócratas en el Congreso sigue sin resolverse.

El gobierno de EE. UU. se encuentra oficialmente en su 36º día de cierre, marcando un hito histórico y convirtiéndose en el más largo de la historia del país. El cierre, que comenzó hace más de un mes, ha superado el récord de 35 días establecido en el primer mandato de Donald Trump en 2019, cuando las negociaciones sobre la financiación del muro fronterizo entre EE. UU. y México generaron una profunda crisis política entre la Casa Blanca y los demócratas en el Congreso.

En esta ocasión, la situación está siendo impulsada por la negativa de los demócratas a aprobar el presupuesto federal propuesto por Trump, centrado en la financiación de iniciativas clave que han sido ampliamente rechazadas por los legisladores demócratas. A pesar de los esfuerzos de ambas partes por negociar, el estancamiento continúa, y no se vislumbra una solución a corto plazo.

El cierre gubernamental ha tenido un impacto significativo en los trabajadores federales, quienes se han visto afectados por la suspensión de salarios y la falta de recursos en departamentos clave, como los encargados de la seguridad pública, el servicio de parques nacionales, y las agencias de investigación científica. Además, los servicios gubernamentales de apoyo, como prestaciones por desempleo y trámites federales, han experimentado importantes demoras debido a la falta de personal.

Impacto en la economía y la política

El impacto económico del shutdown se está haciendo sentir cada vez más en los sectores privados y públicos. Las empresas que dependen de contratos gubernamentales han comenzado a enfrentar pérdidas económicas, y las pymes que trabajan con agencias federales están reportando una caída en sus ingresos debido a la interrupción de servicios. La incertidumbre económica también ha afectado la confianza en los mercados, con analistas advirtiendo que el shutdown podría tener efectos a largo plazo en la economía estadounidense, particularmente en el sector de la construcción y las infraestructuras federales.

A nivel político, el cierre ha incrementado las tensiones entre la Casa Blanca y el Congreso, con los demócratas acusando a Trump de manejar mal la situación y de utilizar a los trabajadores federales como pieza de negociación. Por su parte, el presidente ha señalado que los demócratas son los culpables de la parálisis, alegando que su falta de disposición a negociar está perjudicando al país y a su gente. Las últimas encuestas revelan una creciente desaprobación por parte de la población hacia el manejo del cierre por parte de ambos bandos, aunque los republicanos siguen mostrándose firmes en su apoyo a Trump.

Posibles consecuencias a largo plazo

El récord alcanzado por este shutdown plantea interrogantes sobre las estrategias políticas que se emplearán en el futuro para evitar situaciones similares. La polarización política que ha caracterizado los últimos años de gobernanza está llegando a su punto más álgido, y muchos analistas advierten que el cierre del gobierno es un síntoma de las profundas divisiones que existen actualmente en la política estadounidense.

En el futuro cercano, se espera que el Congreso busque tomar medidas legislativas para evitar futuros cierres y evitar que el gobierno federal continúe siendo utilizado como instrumento político en disputas partidistas. Los demócratas han pedido una reforma del presupuesto que establezca un sistema más eficaz y menos vulnerable a este tipo de bloqueos, mientras que algunos republicanos instan a cambios constitucionales para garantizar que los cierres gubernamentales no ocurran nuevamente.

El shutdown de 36 días no solo marca un nuevo récord, sino que también resalta la creciente polarización política en Estados Unidos y sus consecuencias económicas y sociales. Con la economía bajo presión y los trabajadores federales enfrentando un periodo prolongado de incertidumbre, el cierre ha dejado en evidencia las dificultades de la democracia estadounidense para llegar a acuerdos funcionales. Aunque la situación podría resolverse en las próximas semanas, los efectos a largo plazo sobre la política y la economía estadounidense son aún inciertos.