Delta insta al Congreso de EE. UU. a reabrir el gobierno y pagar a los controladores aéreos

Delta advierte: “El cierre del gobierno es desastroso para la industria aérea”

EPA-EFE/MAURITZ ANTIN

Delta Air Lines instó al Congreso de EE. UU. a poner fin al cierre del gobierno, destacando que el no pago de los controladores aéreos está poniendo en peligro la seguridad de los vuelos y aumentando la presión sobre los trabajadores esenciales. En una declaración contundente, la compañía subrayó que los cheques no pagados están desestabilizando el sistema de control aéreo, lo que afecta directamente a la eficiencia y provoca retrasos significativos en los vuelos de millones de pasajeros.

Delta denuncia el impacto de la parálisis gubernamental

La crisis del cierre del gobierno ha llevado a Delta Air Lines a emitir un llamado urgente a reabrir el gobierno y pagar a los controladores aéreos. La aerolínea destacó en su comunicado que los controladores aéreos, que son trabajadores esenciales, ya se enfrentan a horas extras obligatorias debido al estrés que genera la falta de personal y el no pago de salarios. Delta subraya que este problema no solo afecta a los trabajadores, sino que también reduce la eficiencia del sistema de control aéreo, lo que provoca retrasos generalizados en los vuelos.

El impacto de la parálisis sobre la industria aérea

JD Vance, vicepresidente de EE. UU., también se refirió al cierre del gobierno y advirtió que, si el Congreso no actúa rápidamente, los efectos sobre la industria aérea serán desastrosos, especialmente con la cercanía de Acción de Gracias, cuando la demanda de vuelos aumenta significativamente. La falta de personal y recursos afectará la capacidad de atender de manera eficiente a los millones de personas que viajan durante el fin de semana de festivos.

Preocupaciones más amplias sobre la economía y la seguridad

Además de los efectos inmediatos en los controladores aéreos, el cierre del gobierno también compromete la seguridad de los vuelos. El impacto se amplifica por la incertidumbre económica, ya que el cierre también afecta la operación de agencias clave, incluidas las que manejan la seguridad aérea. Las repercusiones de este cierre gubernamental se sienten en todo el sistema de transporte aéreo y en la confianza de los pasajeros.

La llamada a la acción para el Congreso

Delta instó al Congreso de EE. UU. a tomar medidas inmediatas para resolver el cierre y permitir que los controladores aéreos reciban su salario. Esta situación también ha aumentado la tensión política sobre las prioridades gubernamentales, ya que la falta de financiamiento adecuado para los servicios públicos está afectando a sectores clave de la economía, como el transporte aéreo.