Tomahawk

Fabricante de defensa revela nuevo lanzador Tomahawk, justo lo que Ucrania

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Oshkosh Defense sesvela un nuevo lanzador de Tomahawk: Un cambio de juego para Ucrania en la guerra con Rusia

El 13 de octubre, la empresa estadounidense de defensa Oshkosh Defense reveló un nuevo lanzador móvil de misiles basado en tierra, capaz de portar los icónicos misiles de crucero Tomahawk, un desarrollo que podría tener importantes implicaciones para la guerra en Ucrania.

Este nuevo lanzador, llamado Extreme Multi-Mission Autonomous Vehicle (X-MAV), fue presentado en la exposición de la Asociación del Ejército de los Estados Unidos (AUSA), celebrada en Washington, D.C., del 13 al 15 de octubre. El X-MAV está diseñado para ser un vehículo autónomo capaz de transportar armas pesadas, incluidos los misiles Tomahawk, a largas distancias. El lanzador se demostró en una configuración con cuatro misiles Tomahawk, mostrando su potencial para realizar ataques de precisión.

Tomahawks: el arma poderosa para la defensa de Ucrania

El misil Tomahawk es un misil sub-sónico de largo alcance, reconocido por su capacidad de realizar ataques de precisión contra objetivos terrestres. Con un alcance operativo de entre 1.600 y 2.500 kilómetros, la capacidad del Tomahawk de alcanzar objetivos a gran distancia lo convierte en un arma formidable en la guerra moderna. Mientras que los misiles Tomahawk normalmente se lanzan desde barcos o bombarderos estratégicos, el nuevo sistema X-MAV podría proporcionar a Ucrania una forma de lanzar estos misiles desde tierra, superando uno de los principales obstáculos para utilizar este poderoso armamento.

Para Ucrania, la adquisición de los misiles Tomahawk podría cambiar las dinámicas del conflicto. Los expertos sugieren que estos misiles de largo alcance permitirían a Ucrania atacar objetivos militares rusos profundamente dentro del territorio de Rusia, incluyendo Moscú y San Petersburgo, lo que daría a Ucrania una ventaja en futuras negociaciones de paz.

La idea de enviar misiles Tomahawk a Ucrania ha sido el centro de las discusiones geopolíticas, especialmente con la declaración del ex presidente estadounidense Donald Trump, quien ha mostrado su disposición a aprobar la transferencia de estos misiles. Trump declaró el 12 de octubre que está preparado para enviar misiles Tomahawk a Ucrania, pero enfatizó la necesidad de discutir el asunto primero con el presidente ruso Vladimir Putin. La declaración de Trump plantea la posibilidad de usar la amenaza de los misiles Tomahawk como una herramienta de presión en las conversaciones con Rusia, preguntando: “¿Quieren tener los Tomahawks viniendo en su dirección?”

El presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania, hablando el 9 de octubre, argumentó que la entrega de estos misiles podría empujar a Rusia a la mesa de negociaciones, al demostrar la capacidad militar de Ucrania. “Tienen que saber que nosotros en Ucrania vamos a responder. Si nos atacan, nosotros les responderemos”, dijo Zelensky, haciendo referencia a la determinación de Ucrania para defenderse y, si es necesario, para contraatacar.

El alcance de los misiles Tomahawk cambiaría radicalmente el equilibrio estratégico, permitiendo a Ucrania atacar instalaciones militares rusas muy por detrás de las líneas del frente. Uno de los objetivos más significativos para las fuerzas ucranianas sería probablemente las bases aéreas rusas, desde donde Rusia lanza muchos de los ataques con misiles que ha dirigido contra ciudades ucranianas. Hasta ahora, Ucrania ha tenido dificultades para atacar estas bases debido a la capacidad de Rusia para mantener su flota aérea fuera del alcance de los misiles ucranianos. Sin embargo, la precisión y el alcance de los Tomahawks podrían cambiar esto, proporcionando a Ucrania la capacidad de atacar estos objetivos clave.

Un giro psicológico

Mientras que Ucrania ha utilizado drones con frecuencia para atacar Moscú, estos ataques rara vez han causado daño significativo. Sin embargo, la perturbación psicológica que causan, especialmente al cerrar aeropuertos rusos, ha sido considerable. Los misiles Tomahawk, en cambio, proporcionarían ataques mucho más poderosos y precisos, especialmente sobre Moscú. Esto representaría un cambio significativo en el conflicto, ofreciendo a Ucrania la capacidad de realizar ataques devastadores en el corazón del poder político y militar de Rusia.

Las recientes declaraciones de Zelensky subrayan la importancia de estos posibles ataques, insinuando que los funcionarios del Kremlin tendrían que estar preparados para la posibilidad de una retaliación directa. “Tienen que saber dónde están los refugios antiaéreos”, dijo, subrayando el compromiso de Ucrania para defender su soberanía y responder si es necesario.

¿Una nueva era en la guerra?

La presentación del lanzador X-MAV y la posible transferencia de misiles Tomahawk a Ucrania señalan una escalada significativa en el conflicto en curso. Estas armas ofrecerían a Ucrania la capacidad de atacar en profundidad dentro del territorio ruso, aumentando la presión sobre el presidente Vladimir Putin y, posiblemente, forzando un cambio en la dinámica de las negociaciones.

A medida que la situación sigue evolucionando, la adquisición de misiles Tomahawk podría convertirse en un momento clave del conflicto, proporcionando a Ucrania una ventaja militar mientras ofrece una poderosa herramienta de negociación en cualquier posible acuerdo de paz. El mundo observará de cerca cómo continúa desarrollándose el debate sobre el uso de estos misiles.