EEUU intensifica su presencia militar en el Caribe

La guerra contra el narcotráfico abre un nuevo frente entre Washington y Caracas

Un ataque de la Marina estadounidense a una embarcación presuntamente vinculada al narcotráfico, con saldo de 11 muertos, eleva la tensión con Venezuela. Caracas denuncia un despliegue militar que considera una amenaza directa a su soberanía, mientras los analistas se preguntan si el cerco contra Nicolás Maduro está más cerca de concretarse.

Las aguas del Caribe vuelven a convertirse en escenario de fricciones geopolíticas. Estados Unidos ha declarado la guerra al narcotráfico en la región y lo ha hecho con contundencia: un ataque de su Marina contra una embarcación sospechosa de transportar droga dejó un saldo de 11 personas muertas, según confirmaron fuentes de Washington.

La reacción de Venezuela no se hizo esperar. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, advirtió que el país se mantiene en “alerta permanente” ante la intensificación del despliegue militar estadounidense. “Nuestro comandante en jefe ya denunció explícitamente ante la comunidad internacional todo el despliegue que Estados Unidos mantiene en el Caribe: destructores, drones, helicópteros… Todo eso lo estamos observando desde Venezuela. Somos un pueblo vigilante, en alerta permanente, que no tiene miedo”, afirmó.

La declaración subraya la creciente tensión en una región marcada por los intereses cruzados de seguridad, política y control territorial. Desde Washington, la ofensiva se enmarca en una estrategia más amplia para frenar las rutas del narcotráfico que, según sus informes, cuentan con apoyo logístico y encubrimiento desde Venezuela. Para Caracas, sin embargo, se trata de una operación encubierta con fines políticos cuyo objetivo último es cercar aún más al gobierno de Nicolás Maduro.

El profesor y máster en Seguridad, Defensa y Geoestrategia, Carlos Hugo Fernández-Roca Suárez, advierte que estas operaciones pueden interpretarse como un paso más en la presión internacional hacia Caracas. “El despliegue en el Caribe no es solo una maniobra antidroga: es también un mensaje político y estratégico a Maduro. Estados Unidos busca aislarlo y ponerlo contra las cuerdas”, sostiene.

El conflicto abre interrogantes sobre la estabilidad de la región. La presencia militar estadounidense se interpreta como un aviso a actores internacionales que apoyan a Venezuela, mientras que el gobierno de Caracas refuerza su discurso de resistencia ante una supuesta amenaza externa. Entre tanto, la comunidad internacional observa con cautela el avance de esta tensión, que podría convertirse en una de las principales crisis de seguridad del hemisferio.