La International Atomic Energy Agency (IAEA) intensifica la presión sobre Teherán

La IAEA aprueba una resolución que exige a Irán “cooperación plena y sin demora” tras su misteriosa acumulación de uranio

EPA/MAX SLOVENCIK

El órgano de gobierno de la IAEA adoptó hoy una resolución, presentada por Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, en la que urge a Irán a proporcionar “información precisa” sobre sus existencias de uranio altamente enriquecido y a abrir sus instalaciones nucleares a inspección inmediata. Ante el comportamiento de Teherán, la agencia advierte de una pérdida de confianza que pone en riesgo la estabilidad del régimen de supervisión internacional.

En una reunión a puerta cerrada en Viena, el consejo de gobernadores de la IAEA votó a favor de una resolución que exige a Irán “cooperación plena y pronta”, incluyendo la entrega de “información precisa” sobre su stock de uranio altamente enriquecido y la re-apertura a los inspectores de instalaciones nucleares previamente inaccesibles. La resolución fue respaldada por 19 de los 35 miembros del organismo, con 3 votos en contra —procedentes de Rusia, China y Níger— y 12 abstenciones. 

¿Qué pide la IAEA?

Los principales puntos del documento aprobado por la IAEA incluyen:

  • Que Irán informe sin dilación del volumen exacto de su uranio enriquecido, estimado por el organismo en 440,9 kilogramos de uranio al 60 % de pureza, un grado cercano al armamentista. 

  • Que restablezca el acceso de los inspectores a emplazamientos previamente bombardeados o inalcanzables, en especial los que fueron blanco de ataques israelíes o estadounidenses. 

  • Que adhiera y aplique el Protocolo Adicional, que permite inspecciones sorpresa y supervisión reforzada, algo que Irán ha limitado en su cooperación. 

Trasfondo y motivos de la tensión

Teherán insiste en que su programa nuclear es de carácter pacífico, pero el organismo ha señalado que la falta de transparencia y de acceso “serio” está erosionando la credibilidad internacional sobre ese compromiso. La tensión no es nueva: en junio la IAEA declaró que Irán había violado sus obligaciones de salvaguardias al no explicar material nuclear en instalaciones no declaradas. Irán, por su parte, reaccionó denunciando que la resolución es políticamente sesgada, e incluso declaró nulo el acuerdo de colaboración con la IAEA firmado en septiembre en El Cairo. 

Consecuencias posibles

Este giro representa un endurecimiento significativo en el seguimiento internacional del programa nuclear iraní, con varios efectos inmediatos:

  • La iniciativa busca recuperar márgenes de supervisión que se creían debilitados, reforzando la capacidad de la IAEA para actuar en inspección sin demoras.

  • Irán podría responder con contra-medidas diplomáticas o técnicas, lo que incrementa los riesgos de un mayor aislamiento internacional o de sanciones reforzadas.

  • Para Occidente, es una señal de que la paciencia se agota: la transparencia de Irán no sólo se exige como cuestión técnica, sino como garantía de estabilidad regional.

  • A nivel geoestratégico, este episodio podría marcar un punto de inflexión en la relación entre Teherán y los grandes poderes nucleares, así como en la credibilidad de los mecanismos internacionales de control.

¿Y ahora qué?

La IAEA ha dejado claro que los próximos pasos de Irán tendrán consecuencias directas en su capacidad para negociar alivios diplomáticos o de sanciones. Desde Teherán, algunas voces han advertido que una cooperación forzada podría volver insostenible el acuerdo de supervisión actual. 

El desafío inmediato será ver si Irán decide acogerse a la exigencia de “cooperación plena” o si opta por endurecer su postura. El mundo observará cuidadosamente cómo se traslada este nuevo capítulo al terreno de la diplomacia, y si la resolución generará el efecto deseado o, por el contrario, abrirá una nueva fase de confrontación.