La Inteligencia Artificial impulsa un mercado alcista irreprimible, según Alberto Iturralde
Entrevista con Alberto Iturralde sobre cómo las recientes salidas a bolsa de empresas de inteligencia artificial podrían atraer una nueva ola de inversores y sostener un mercado alcista robusto, incluso en sectores tradicionales como la energía.
Alberto Iturralde, director de Operativa DAX, analiza en esta entrevista el escenario actual de los mercados y cómo la inteligencia artificial se presenta como un potente catalizador para acentuar un ciclo alcista que parece no tener fin. Desde octubre de 2022, muchos inversores observan atentos cada movimiento y esperan con ansias el momento justo para entrar, convencidos ahora de que deberían haberlo hecho antes.
El mercado mantiene una tendencia alcista sólida, que probablemente continuará mientras nuevos inversores se sumen en masa. ¿La chispa? Sin duda, la inminente salida a bolsa de compañías líderes en inteligencia artificial, destacando OpenAI como caso paradigmático. Este fenómeno despierta una sensación de euforia que contagia incluso sectores con dinámicas propias, como la energía.
Por ejemplo, firmas españolas como Iberdrola, Endesa o Repsol ostentan máximos históricos en plena volatilidad del petróleo. Esto habla no solo de la fortaleza de la demanda sino también del apetito inversor por activos que se relacionan indirectamente con las innovaciones tecnológicas.
La inteligencia artificial no es solo un término de moda; representa un cambio disruptivo que afecta a prácticamente todas las industrias. Su salida a bolsa se interpreta como un acontecimiento capaz de atraer a un público amplio, desde pequeños ahorradores hasta grandes fondos de inversión. En otras palabras, la IA funcionaría como ese reclamo que vuelve a poner los ojos del inversor sobre el mercado bursátil tras un periodo de incertidumbre.
La psicología del mercado: subidas, caídas y la resistencia alcistaUn detalle fascinante que destaca Iturralde es el comportamiento ante los retrocesos temporales: cuando el mercado sufre una caída ligera, el instinto inicial es volverse bajista —pero no por mucho tiempo. El inversor que esperaba bajones profundos suele rendirse pronto al ver que el mercado se recupera rápido y, al hacerlo, refuerza aún más la tendencia general al alza.