Irastorza: La paz en Oriente Medio, un espejismo mientras crece la conflictividad interna

Irastorza: La paz en Oriente Medio, un espejismo mientras crece la conflictividad interna

Eduardo Irastorza analiza en Negocios TV las complejas tensiones en Oriente Medio tras la etapa Trump. Desde la crisis interna en Gaza hasta la consolidación política de Netanyahu, el experto ofrece un enfoque profundo que desmonta la idea de una paz cercana y revela un panorama marcado por múltiples conflictos latentes y rivalidades regionales.

La reciente entrevista con Eduardo Irastorza en Negocios TV arroja luz sobre una realidad poco optimista: la tan anhelada paz en Oriente Medio parece cada vez más lejana. A pesar de la retórica triunfalista que marcó la era Trump, el complejo tablero político y estratégico de la región continúa marcado por múltiples conflictos latentes que, lejos de resolverse, se agravan. En este contexto, surge una cuestión crucial: ¿estamos ante un simple alto en la lucha o el preludio de confrontaciones aún más intensas?

El espejismo de la paz y la realidad palestina

Irastorza no escatima en señalar que la imagen de paz promovida durante la administración Trump es apenas "un éxito parcial". Las negociaciones de ese periodo, plasmadas en un documento de 21 puntos, tuvieron como epicentro la “liberación de rehenes” y dejaron en un lugar de incertidumbre el reconocimiento del Estado palestino, que sigue en un congelador indefinido.

Así, la comunidad palestina no solo enfrenta un bloqueo político tradicional, sino también una crisis interna que se palpita en las calles. Más allá de las declaraciones formales, existe una tensión creciente entre milicias y el aparato policial —una dinámica que, según Irastorza, apunta a una "pequeña guerra civil en ciernes".

Crisis interna en Gaza y disminución del apoyo iraní

El panorama en Gaza es particularmente preocupante. La fragmentación interna se evidencia en enfrentamientos abiertos —una rareza en años recientes— mientras que la militancia de Hamás lucha por mantener cohesión. Esta crisis se ve amplificada por una reducción palpable en el respaldo iraní, un aliado que ha recalibrado sus prioridades en Medio Oriente.

Este golpe, junto con el reciente cambio en Qatar, refleja lo lento y complejo que es el proceso de transformación política en el mundo árabe, donde las estructuras tradicionales resisten bajo nuevas presiones y desafíos.

Netanyahu y la política en tiempos de conflicto

¿Quién sale realmente perdiendo o ganando en una guerra? Irastorza lanza una afirmación que invita a reflexionar: "es muy raro que en una guerra salga aperiorada" la figura de Netanyahu. El actual primer ministro israelí ha consolidado su posición, especialmente tras lograr la liberación de "al último de los rehenes", un movimiento con un gran impacto político y simbólico.

Este contexto de emergencia permanente —o lo que Irastorza denomina "pseudoguerra"— podría ser la fórmula que Netanyahu utilice para perpetuarse en el poder. Su estrategia política parece anclada en la idea de explotar el estado de conflicto para obtener beneficios sustanciales, tanto en la esfera mediática como en la interna.

Los conflictos latentes y la influencia regional

A pesar de los focos mediáticos centrados en la confrontación entre Israel y Palestina, otros factores no desaparecen ni se diluyen. Irastorza destaca varias crisis latentes que, juntas, impiden la estabilidad duradera: la carrera nuclear iraní, la compleja situación en Siria y la presencia cada vez más activa de Turquía y Rusia en la región.

Estas potencias regionales juegan un papel decisivo, a veces poco visible pero esencial, en la dinámica que se vive. No es sencillo ver un camino claro hacia la paz cuando tantos intereses —algunos convergentes, otros irreconciliables— se entrelazan en el tablero geopolítico.