Israel acusa a la Unión Europea de fortalecer a Hamas tras propuestas de sanciones
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, envió una carta a Ursula von der Leyen manifestando su profunda preocupación por las medidas que la Comisión Europea pretende aprobar contra Israel. Según Sa’ar, dichas sanciones no sólo perjudican al Estado israelí, sino que indirectamente benefician al grupo terrorista Hamas y dificultan las posibilidades de poner fin al conflicto.
Las relaciones entre Israel y la Unión Europea entran en tensión una vez más a raíz de la propuesta de Bruselas de imponer sanciones parciales sobre el país en medio del conflicto en Gaza. En una misiva enviada recientemente, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, acusó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de fomentar indirectamente la influencia de Hamas al presentar iniciativas que restringirían apoyo económico bilateral, suspenderían parcialmente el Acuerdo de Asociación UE-Israel y sancionarían a ministros y colonos israelíes considerados extremistas.
Sa’ar calificó tales propuestas como “lamentables” y argumentó que se tratan de acciones sin precedentes, que dañan a Israel mientras éste combate lo que describe como una guerra impuesta tras el ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre de 2023. Además, sostuvo que sancionar a Israel sin consultar previamente vulnera principios de la cooperación internacional y envía mensajes contraproducentes en un momento de crisis.
Por su parte, la Unión Europea, a través de von der Leyen, ha defendido que las propuestas responden a la gravedad de la situación humanitaria en Gaza, al daño a civiles y al riesgo de violaciones del derecho internacional humanitario. En su discurso del Estado de la Unión ante el Parlamento europeo, la presidenta anunció que la Comisión propondría sanciones dirigidas a ministros israelíes controversiales, así como una suspensión parcial del Acuerdo de Asociación relacionada con asuntos comerciales, medidas destinadas a enviar una señal política y jurídica sobre los valores de derechos humanos que rigen los pactos de la UE.
Uno de los puntos más disputados es la suspensión parcial del Acuerdo de Asociación tussen la UE e Israel. Ese acuerdo contempla ventajas comerciales y cooperación institucional que podrían verse afectadas si Bruselas retira preferencias arancelarias para algunos productos israelíes. Sin embargo, para su implementación efectiva se necesita una mayoría cualificada dentro del bloque comunitario, algo que no está garantizado dada la disparidad de posiciones entre los estados miembros.
En el plano interno de la Unión, países como Alemania, Hungría y la República Checa han mostrado reticencias ante medidas más drásticas; otros, como España, Irlanda u Holanda, impulsan una postura más severa, presionando para que se ejerzan sanciones efectivas en respuesta al deterioro en Gaza.
Para Israel, según la carta de Sa’ar, la estrategia europea tendrá efectos contraproducentes: lejos de forzar un cese de hostilidades, reforzará la narrativa de victimización y radicalización de Hamas; dificultará la vía diplomática, y podría poner en riesgo la seguridad interna si Hamas percibe que recibe legitimidad al alegar que Occidente actúa en su favor.