Israel advierte que nuevas confrontaciones con Irán son inevitables tras la “victoria” de junio
El director general del Ministerio de Defensa, Amir Baram, subrayó que Irán continúa reforzando su capacidad militar y que, pese al resultado favorable para Israel en junio, la región se prepara para nuevas rondas de enfrentamiento.
El Ministerio de Defensa de Israel lanzó este lunes una advertencia que vuelve a poner a Oriente Medio en tensión. Amir Baram, director general de la cartera, afirmó que las confrontaciones con Irán no han terminado y que, aunque los choques del pasado mes de junio concluyeron con lo que él calificó como una “victoria clara” para Israel, la república islámica no ha quedado debilitada. Al contrario, aseguró que Teherán está destinando cada vez más recursos a modernizar su defensa y a incrementar sus capacidades militares, un escenario que hace inevitable nuevos episodios de enfrentamiento en el corto y medio plazo.
En una conferencia organizada por el Ministerio de Finanzas, Baram describió la estrategia de defensa israelí como un engranaje que funciona en tres horizontes temporales: la adquisición inmediata de material bélico para cubrir necesidades urgentes, la preparación de la próxima década con un ejército más fortalecido y la apuesta a largo plazo por sistemas de armamento avanzados capaces de cambiar el equilibrio estratégico en la región. Más allá del plano militar, advirtió de que el ritmo de desarrollo en Irán es más rápido que en Israel, lo que obliga a replantear los procesos de producción y adquisición para mantener la superioridad.
El responsable israelí puso también el foco en el impacto económico de esta situación. Pese a la cancelación de algunos contratos, Israel firmó la semana pasada acuerdos de exportación de defensa por un valor de 2.500 millones de dólares, un dato que refleja que numerosos gobiernos mantienen su compromiso de invertir en armamento a largo plazo frente a la incertidumbre internacional. Baram destacó además que, aunque los costes de operaciones militares y de sistemas de defensa como Arrow 3 son elevados, el riesgo de no invertir sería mucho mayor ante un vecino como Irán que avanza de forma acelerada en su rearme.
El trasfondo económico y financiero tampoco quedó fuera de su análisis. Señaló que, tras las operaciones de junio, indicadores como el tipo de cambio del shekel frente al dólar o los índices de riesgo de mercado mostraron resiliencia, lo que en su opinión refleja que la percepción internacional es que Israel logró contener la amenaza en aquel momento. Sin embargo, insistió en que la presión se mantendrá en los próximos meses y que el país no debe confiarse.
La advertencia de Baram se suma a la escalada de declaraciones en la región y evidencia que la “victoria” de junio no se interpreta como un final del conflicto, sino como un episodio dentro de un proceso más largo. Con Irán reforzando su arsenal y con Israel acelerando su transformación militar, la región parece encaminarse hacia una etapa de tensión prolongada en la que la seguridad y la economía seguirán entrelazadas.