Israel permitirá la entrada diaria de 600 camiones de ayuda a Gaza y autoriza el retorno de los desplazados
Tras el fin de la guerra y la firma del alto el fuego permanente, Israel anunció un amplio plan humanitario que permitirá el ingreso diario de 600 camiones con alimentos, medicinas y combustible en la Franja de Gaza. También se reabrirá el paso de Rafah, facilitando el retorno de los desplazados palestinos y la salida libre hacia Egipto bajo supervisión de la Unión Europea.
Por primera vez desde el inicio de la guerra, Israel ha anunciado una medida de apertura humanitaria de gran escala. Según informó Army Radio y confirmó Al Jazeera, el gobierno israelí autorizará la entrada de hasta 600 camiones de ayuda diaria a la Franja de Gaza, una cifra sin precedentes que marca un giro en la política de bloqueo y control fronterizo aplicada durante meses.
Los camiones transportarán alimentos, medicinas, material sanitario, combustible y suministros básicos de refugio, tanto a través de las Naciones Unidas como de organizaciones internacionales acreditadas y del sector privado. El operativo permitirá que la ayuda humanitaria fluya desde el sur hacia el norte de Gaza, recorriendo los corredores de Salah al-Din y al-Rashid, dos arterias principales de la franja que han quedado gravemente dañadas durante el conflicto.
Además, el informe asegura que los palestinos desplazados durante la guerra podrán regresar a sus hogares por el paso de Rafah, mientras que quienes deseen salir hacia Egipto también podrán hacerlo “sin restricciones” bajo la supervisión de la misión de la Unión Europea (EUBAM Rafah). La medida pretende normalizar gradualmente el tránsito civil y aliviar la crisis humanitaria en un enclave donde más del 80% de la población ha resultado afectada por la guerra.
La decisión se interpreta como una concesión directa derivada del acuerdo de alto el fuego firmado entre Israel y Hamas, mediado por Estados Unidos, Egipto y Catar. Con el frente militar silenciado, la prioridad pasa ahora a la reconstrucción y asistencia humanitaria, un proceso que requerirá la coordinación de múltiples actores internacionales.
Fuentes del Ministerio de Defensa israelí confirmaron que el flujo de camiones será monitoreado para garantizar que la ayuda llegue a la población civil y no sea desviada hacia grupos armados. “El objetivo es estabilizar la situación y permitir la recuperación sin comprometer la seguridad”, declararon a medios locales.
La apertura del paso de Rafah supone un alivio para miles de familias palestinas que llevan meses atrapadas sin posibilidad de regresar. En las últimas horas, se han observado los primeros movimientos de convoyes humanitarios en dirección al norte, mientras organismos como la ONU y la Media Luna Roja preparan centros de distribución y asistencia médica en zonas devastadas.
Analistas internacionales interpretan este cambio como una señal de pragmatismo por parte de Israel, consciente de la presión internacional por aliviar la crisis humanitaria. “Después de una guerra tan destructiva, el foco global está puesto en cómo se gestionará la paz”, señaló un experto del Middle East Institute.
El reto, sin embargo, es monumental. La infraestructura básica de Gaza —agua, electricidad, hospitales y carreteras— se encuentra en ruinas, y las necesidades humanitarias son gigantescas. La llegada diaria de 600 camiones podría mitigar el desastre inmediato, pero la reconstrucción total demandará años y una voluntad política sostenida.
Mientras tanto, el anuncio abre una ventana de esperanza. Por primera vez en meses, el paso de Rafah no será símbolo de huida, sino de regreso y reconstrucción. En un territorio marcado por la guerra, cada camión que cruza la frontera representa un pequeño gesto hacia la vida.