Japón prepara una nueva ofensiva económica: Takaichi anuncia un plan fiscal “responsable pero ambicioso”
La primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, reafirmó este viernes que su gobierno priorizará el crecimiento económico antes de aplicar nuevas medidas fiscales, bajo el principio de “primero la economía, luego la política fiscal”. En su primer discurso de política ante el Parlamento, prometió un enfoque equilibrado entre estímulo económico y disciplina presupuestaria para mantener la confianza de los mercados.
Japón inicia una nueva etapa económica bajo la dirección de Sanae Takaichi, la primera ministra que asume el liderazgo con la promesa de combinar prudencia fiscal y crecimiento sostenido. En su discurso inaugural ante la Dieta, Takaichi dejó clara su visión: “primero la economía, luego la política fiscal”, un mensaje que busca tranquilizar tanto a los inversores como a los sectores productivos del país.
La mandataria anunció que su administración presentará un presupuesto suplementario en las próximas semanas, acompañado de un paquete de medidas destinadas a sostener el crecimiento económico y mitigar los efectos de la inflación. El objetivo, explicó, es reforzar la inversión pública en innovación, digitalización y transición energética, sin comprometer la estabilidad de las finanzas del Estado.
“Nuestro enfoque será responsable pero proactivo. El gobierno actuará con rapidez para apoyar la economía real, fortalecer la productividad y mantener la sostenibilidad fiscal”, subrayó Takaichi durante su intervención.
Japón enfrenta actualmente uno de los mayores desafíos fiscales del mundo desarrollado: una deuda pública que supera el 260 % del PIB, resultado de décadas de estímulos y gasto social. En este contexto, la primera ministra insistió en que su gabinete trabajará para reducir gradualmente la ratio deuda/PIB, garantizando la confianza de los mercados internacionales y preservando la credibilidad del país frente a los inversores.
Takaichi, considerada una dirigente de línea conservadora dentro del Partido Liberal Democrático, también destacó la importancia de mantener una política económica inclusiva, con apoyo a las pymes, fortalecimiento del consumo interno y reformas estructurales que impulsen la participación laboral femenina y el desarrollo tecnológico.
Los analistas interpretan su discurso como un intento de equilibrar la agenda de crecimiento de corto plazo con la disciplina fiscal de largo plazo, un desafío que ha marcado la política económica japonesa desde hace más de una década. “El mensaje de Takaichi apunta a combinar el legado de estímulo de Abenomics con una mayor ortodoxia fiscal”, señaló un informe de Nomura Research.
La primera ministra también dejó entrever que su gobierno trabajará estrechamente con el Banco de Japón (BoJ) para coordinar la política monetaria y asegurar que las condiciones financieras sigan siendo favorables para la inversión, en un momento en que la inflación se mantiene en torno al 2,9 %.
En definitiva, el debut de Takaichi al frente del gobierno japonés refuerza una visión pragmática: estimular la economía sin perder de vista la sostenibilidad fiscal. Una tarea que exigirá precisión, consenso político y una gestión hábil para mantener el delicado equilibrio entre crecimiento y responsabilidad presupuestaria en la tercera mayor economía del mundo.