Mercado cripto 2025: de máximos históricos a desplomes inesperados, descubre por qué
El mercado de las criptomonedas vive una caída sin precedentes en 2025, con Bitcoin perforando niveles clave y arrastrando todo el ecosistema. Entre factores macroeconómicos y estratégicos, expertos analizan por qué esta volatilidad es parte del nuevo paradigma institucional y qué significa para inversores en el corto y largo plazo.
Bitcoin ha vivido un frenesí pocas veces visto y ahora parece enfrentar una tormenta brutal que sacude a todo el ecosistema cripto. ¿Qué está detrás de esta caída repentina? Más allá de los números rojos y las velas que asustan, existen factores macroeconómicos y estructurales que dibujan un panorama complejo y, para muchos, lleno de incertidumbre.
No podemos olvidar que Bitcoin no es un activo cualquiera; pasó de valer 5.000 a casi 100.000 dólares en cuestión de años, algo que, en términos financieros, ya representa una montaña rusa intrínseca. Eneko Knörr lo explica bien cuando señala que es absurdo esperar que se comporte como un depósito con intereses minúsculos: la volatilidad es la norma, no la excepción.
Además, la caída del 25% que ha perforado soportes clave como los 100.000, 95.000 dólares y la media móvil de 50 semanas ,es alarmante, sí, pero no inédita. El pánico, el apalancamiento y las liquidaciones en cadena han castigado el mercado, sin embargo, la consolidación del Bitcoin como activo serio sigue intacta, con bancos y grandes patrimonios demandando exposición.
¿Y qué pasa fuera del mundo cripto? Pues aquí las sombras también pesan. La retirada global de liquidez, los temores sobre la economía japonesa –su famoso "respirador financiero"– y los vencimientos de bonos en EE. UU. configuran un cóctel que no ayuda a calmar las aguas, sino más bien a agitar el vaso.
Firmas como MicroStrategy, que apostaron fuerte comprando Bitcoin con deuda, se encuentran ahora en el ojo del huracán. Si el mercado de baja se prolonga, podrían verse obligadas a liquidar activos, algo que sin duda profundizaría la crisis. A pesar de todo, la recomendación es clara: quien no soporte caídas de entre 20 y 25% mejor que se abstenga, porque vender con miedo suele ser el peor error.
Sergio de Andrés aporta una visión crítica que va más allá de la pura técnica. El Bitcoin "a la antigua" —ese que se pensaba desacoplado del entorno económico— ya no existe. La institucionalización del activo lo ha insertado de lleno en la trama global, donde influyen tipos de interés, la fortaleza del dólar, la liquidez mundial y la percepción de riesgo.
Lo curioso es que esta caída llega justo después de máximos históricos, en un contexto de ventas de holders a largo plazo y una diversidad de factores como la burbuja tecnológica de la inteligencia artificial, cierres gubernamentales en EE. UU. y la incertidumbre japonesa. Sergio señala que el rango entre 89.000 y 92.000 dólares es un soporte técnico vital que ha resistido anteriormente, y mientras no se pierda la zona de 87.000, seguimos hablando de corrección y no un mercado bajista pleno.
Esta diferencia importa muchísimo para los inversores. Según Sergio, el mercado seguirá alcista, sí, pero con ciclos más suaves y menos extremados. La volatilidad estructural y una mayor integración en la dinámica global hacen que las curvas ya no tengan esos picos abruptos de antes.
Es un escenario más maduro y, paradójicamente, más incierto. No porque el activo pierda valor intrínseco, sino porque sus movimientos se ven influenciados por causas que van mucho más allá de simples fundamentos criptográficos o especulativos puros.