Política internacional · Tensiones en Oriente Medio

Rubio advierte que el reconocimiento unilateral de Palestina refuerza a Hamás y complica la paz

Rubio advierte que el reconocimiento unilateral de Palestina refuerza a Hamás y complica la paz

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, criticó duramente los planes de países como Francia, Reino Unido y Canadá de reconocer de manera unilateral al Estado de Palestina. Según el diplomático, estas decisiones responden más a cálculos políticos internos que a un verdadero compromiso con la paz y, en la práctica, pueden fortalecer a Hamás y obstaculizar los esfuerzos para alcanzar un alto al fuego en Gaza.

El debate sobre el reconocimiento de Palestina ha vuelto a ocupar un lugar central en la agenda internacional, y esta vez ha sido el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien ha elevado el tono contra las iniciativas impulsadas por algunos aliados occidentales. Rubio advirtió que los planes de países como Francia, Reino Unido o Canadá de formalizar ese reconocimiento de manera unilateral no contribuyen a resolver el conflicto, sino que generan el efecto contrario: “alientan” a Hamás y bloquean la posibilidad de alcanzar un acuerdo de alto al fuego y un pacto para la liberación de rehenes.

El jefe de la diplomacia estadounidense insistió en que este tipo de gestos tienen un carácter eminentemente simbólico, dirigidos en gran medida a las opiniones públicas de cada país, y carecen de impacto real sobre el terreno. Según Rubio, más allá del mensaje político, la consecuencia inmediata es convertirse en un impedimento para avanzar en un proceso de paz que requiere de negociaciones directas y compromisos verificables. Washington, añadió, ya ha advertido a sus socios europeos de que estas decisiones pueden derivar en una reacción contundente por parte de Israel.

Las palabras del secretario de Estado se producen en un contexto en el que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha confirmado que Francia reconocerá a Palestina durante la próxima Asamblea General de la ONU, una decisión respaldada por parte de la clase política francesa y aplaudida por diversos actores internacionales. El Reino Unido y Canadá también han dejado entrever que podrían sumarse, siempre bajo ciertas condiciones vinculadas a la mejora de la situación humanitaria en Gaza y a avances en el marco de una solución de dos estados. Para Rubio, sin embargo, esta línea de acción debilita la presión sobre Hamás y puede ser interpretada por el grupo como un triunfo diplomático, dificultando aún más las negociaciones.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también se pronunció en esta línea al asegurar que su país se reserva el derecho de actuar contra los líderes de Hamás en cualquier lugar del mundo, ya que —en sus palabras— no deberían gozar de “inmunidad” fuera de Gaza. Estas declaraciones reflejan la firmeza de Israel frente a cualquier movimiento que interprete como un intento de legitimar a sus enemigos, al tiempo que reafirman el clima de tensión regional.

Los defensores del reconocimiento, no obstante, sostienen que el paso puede suponer un punto de inflexión en la presión internacional hacia Israel y abrir una nueva vía para reactivar la solución de dos estados, congelada desde hace años. En ese sentido, se argumenta que el gesto diplomático es una forma de otorgar legitimidad a las aspiraciones palestinas y de marcar un cambio en la correlación de fuerzas dentro de la comunidad internacional.

El escenario sigue siendo incierto. Mientras Washington refuerza su posición de que cualquier reconocimiento debe ser fruto de negociaciones entre las partes y no de decisiones unilaterales, Europa se encamina hacia un movimiento que, de materializarse, obligará a reconfigurar las relaciones diplomáticas y podría tensar aún más los equilibrios en la región. Entre la necesidad de respuestas humanitarias urgentes y el riesgo de agravar el conflicto, el debate sobre Palestina vuelve a convertirse en una pieza clave de la geopolítica mundial.