Rusia

Rusia asegura en la ONU que no busca una escalada con Polonia tras las acusaciones por incursiones de drones

Russian Ambassador Vassily Nebenzia passing through photo exhibition on Holocaust at UN Headquarters in New York on January 27, 2025
Rusia tranquiliza a la ONU: No busca escalada tras acusaciones de incursiones de drones hacia Polonia

El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, afirmó este viernes que Moscú “no desea una escalada de tensiones con Polonia”, en un intento de rebajar la polémica tras las acusaciones de Varsovia y sus aliados sobre la supuesta violación intencionada de su espacio aéreo por parte de drones rusos. Las declaraciones se produjeron durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde la situación en Europa del Este volvió a centrar la atención internacional.

Nebenzia insistió en que Rusia no tiene interés en abrir un nuevo frente de conflicto con Polonia y calificó de “físicamente imposible” que drones rusos pudieran alcanzar el espacio aéreo polaco. En su intervención, el diplomático acusó a Ucrania de estar “intentando ampliar la geografía del conflicto sin pensar en las consecuencias”, sugiriendo que Kiev busca implicar a otros países europeos en la guerra mediante denuncias que, según Moscú, carecen de fundamento.

La tensión se disparó después de que Varsovia denunciara la entrada de drones rusos en su territorio, un episodio que llevó a Polonia a invocar el Artículo 4 de la OTAN y a solicitar consultas urgentes con sus socios. Desde entonces, la Alianza Atlántica ha reforzado su postura en el flanco oriental con el objetivo de garantizar la seguridad de sus miembros y enviar una señal clara de disuasión a Moscú.

Frente a las negativas rusas, Estados Unidos y varios países occidentales emitieron este mismo viernes un comunicado conjunto acusando a Moscú de violar el derecho internacional y reclamando el fin de “su guerra de agresión contra Ucrania”. La declaración, respaldada por socios europeos clave, reiteró la necesidad de mantener la unidad transatlántica y advirtió de que cualquier ataque o provocación contra un país miembro de la OTAN tendría consecuencias inmediatas.

El incidente con Polonia se suma a otros episodios recientes en Rumanía y en el área del Báltico, donde se han reportado incursiones similares. Aunque Moscú insiste en que se trata de acusaciones infundadas o de errores no intencionados, la percepción en las capitales europeas es que se trata de actos deliberados que buscan poner a prueba la cohesión de la OTAN. Este clima ha impulsado a la organización a reforzar proyectos de vigilancia como Eastern Sentry, que contemplan un mayor despliegue militar y la mejora de los sistemas de defensa aérea en la región.

Analistas internacionales coinciden en que la estrategia rusa combina la negación de responsabilidades con la acusación a terceros, en este caso Ucrania, para desviar la atención de las acusaciones de sus vecinos. Al mismo tiempo, la insistencia en que no busca una escalada con Polonia refleja que Moscú intenta evitar un choque directo con la OTAN, consciente de los riesgos que supondría un enfrentamiento abierto con la Alianza.

Para Varsovia, sin embargo, las declaraciones rusas no resultan suficientes. El gobierno polaco ha reiterado que cualquier violación de su espacio aéreo es “inaceptable” y ha pedido una respuesta firme de sus aliados. El incidente, además, llega en un momento en el que Polonia se ha convertido en un punto clave de apoyo logístico y militar a Ucrania, aumentando su vulnerabilidad frente a posibles represalias rusas.

El debate en Naciones Unidas reflejó la división que sigue marcando la política internacional respecto a la guerra en Ucrania. Mientras los países occidentales cierran filas en torno a Kiev y acusan a Moscú de agresión, Rusia insiste en negar cualquier responsabilidad y acusa a Ucrania de manipular los hechos.

A corto plazo, la incógnita se centra en cómo evolucionará la situación en el flanco oriental de Europa y hasta qué punto se intensificarán los roces entre Rusia y los países de la OTAN. Por ahora, el mensaje oficial ruso busca proyectar una imagen de contención, aunque los hechos sobre el terreno continúan alimentando la desconfianza y elevando el riesgo de una nueva escalada.