Rusia enciende las alarmas: acusa a la OTAN de provocar incidentes con drones en Europa
El jefe del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), Alexander Bórtnikov, lanzó este jueves duras acusaciones contra la OTAN, asegurando que los recientes incidentes con drones ocurridos en varios países europeos “están siendo orquestados por los servicios de inteligencia de la Alianza”. Según Moscú, el Reino Unido estaría liderando una estrategia para preparar a Europa “para una confrontación directa con Rusia”.
Las tensiones entre Moscú y la OTAN vuelven a escalar tras las declaraciones de Alexander Bórtnikov, director del FSB, quien afirmó que los servicios de inteligencia occidentales estarían implicados en los incidentes con drones detectados en distintas zonas de Europa en las últimas semanas. Según el funcionario, estos episodios forman parte de una “operación de desestabilización” diseñada para debilitar la posición de Rusia en el contexto de la guerra en Ucrania y sabotear “la construcción de un nuevo orden internacional multipolar”.
Bórtnikov aseguró que el Reino Unido desempeña un papel central en esta supuesta trama, apuntando que Londres “insiste en la aceleración de la preparación militar europea” y promueve la creación de una “zona de exclusión aérea” que, según Moscú, serviría de pretexto para aumentar la presencia militar occidental cerca de las fronteras rusas. “Estos incidentes con drones les vienen muy bien para justificar un despliegue militar ampliado”, afirmó el jefe del FSB, según recoge la agencia RIA Novosti.
El alto funcionario ruso también acusó a Londres de controlar al régimen de Kiev, asegurando que el gobierno británico impulsa la estrategia ucraniana de intentar una “derrota estratégica de Rusia”. Estas declaraciones se producen apenas días después de que varios países europeos —entre ellos Alemania, Polonia y Rumanía— reportaran la caída de drones no identificados en su territorio, algunos de ellos con componentes de fabricación rusa o ucraniana, lo que ha aumentado la confusión sobre su origen.
Según el medio TASS, el Kremlin considera que los incidentes son utilizados por Occidente para alimentar la narrativa de una “Rusia agresiva”, mientras intensifica su propia campaña de defensa ante las sanciones y el aislamiento diplomático. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que “estos movimientos buscan generar una percepción artificial de amenaza rusa” y reiteró que Moscú “responderá con firmeza ante cualquier provocación directa”.
Desde el lado occidental, funcionarios de la OTAN y del gobierno británico rechazaron las acusaciones rusas, calificándolas de “desinformación sin fundamento”. Un portavoz de la Alianza Atlántica citado por Reuters señaló que “los incidentes con drones en Europa están siendo investigados de manera independiente” y que no existe evidencia alguna de participación de inteligencia aliada. En cambio, apuntó que “Rusia busca desviar la atención de sus propias acciones en Ucrania y su creciente aislamiento internacional”.
Los analistas coinciden en que esta nueva ofensiva verbal de Moscú forma parte de una estrategia de presión política y psicológica, en momentos en que la guerra en Ucrania parece entrar en una nueva fase diplomática tras el inicio del proceso de paz impulsado por Donald Trump en Oriente Medio. La narrativa de “provocación occidental” vuelve a ser utilizada por el Kremlin como herramienta de cohesión interna y justificación de su postura militar.
El aumento de los incidentes con drones en Europa preocupa a las autoridades del bloque, especialmente por el riesgo de errores de cálculo que puedan derivar en una escalada no deseada entre Rusia y la OTAN. Mientras tanto, Moscú insiste en que Occidente “está jugando con fuego” y que los intentos de “forzar una guerra indirecta” no quedarán sin respuesta.