La Casa Blanca defiende su ofensiva energética contra Moscú y anticipa un golpe duro para el Kremlin

Rusia en la mira: la Casa Blanca anuncia sanciones que “harán daño” y tensan aún más la escena global

EPA/JIM LO SCALZO Rusia en la mira: la Casa Blanca anuncia sanciones que “harán daño” y tensan aún más la escena global

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó este jueves que las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos contra las grandes petroleras rusas ejercerán una “presión significativa” sobre Moscú y “harán daño”. La medida, impulsada por el presidente Donald Trump, busca aislar económicamente al Kremlin y forzar a sus aliados a reducir sus importaciones de crudo ruso.

Washington ha lanzado una nueva ofensiva económica contra el corazón energético de Rusia. Las sanciones, anunciadas esta semana por el presidente Donald Trump y el secretario del Tesoro Scott Bessent, apuntan directamente a Rosneft y Lukoil, las dos principales compañías petroleras del país. Según la portavoz Karoline Leavitt, el impacto será “amplio y profundo”, afectando tanto la capacidad de Moscú para exportar como su acceso a divisas internacionales.

“Si leen las sanciones y las analizan, verán que son bastante severas”, aseguró Leavitt ante la prensa. “Esta mañana vimos información internacional desde China indicando que están reduciendo sus compras de petróleo ruso. Sabemos que India ha hecho lo mismo a petición del presidente Trump. Y el presidente también ha presionado a nuestros aliados europeos para que detengan sus importaciones. Es una ofensiva total, y esperamos que las sanciones hagan daño, como dijo ayer el secretario del Tesoro”.

La Casa Blanca ha enmarcado esta medida dentro de una estrategia más amplia para cortar las fuentes de financiación del Kremlin y forzar avances diplomáticos en la guerra de Ucrania. Aunque Trump descartó esta semana autorizar ataques ucranianos con misiles de largo alcance en territorio ruso, su equipo económico ha redoblado los esfuerzos para golpear a Rusia donde más le duele: su energía.

Los efectos ya comienzan a notarse. De acuerdo con datos preliminares de agencias energéticas internacionales, las exportaciones rusas de crudo hacia China e India —dos de sus principales clientes desde el inicio del conflicto— están disminuyendo tras el anuncio. Expertos del sector advierten que, si la tendencia continúa, el mercado mundial del petróleo podría tensarse en el corto plazo, impulsando los precios al alza y afectando a las economías importadoras.

Leavitt añadió que el presidente Trump “no ha visto suficiente voluntad del lado ruso” para frenar la guerra y que el endurecimiento de las sanciones responde a esa falta de cooperación. “El objetivo —explicó— no es castigar al pueblo ruso, sino dejar claro al Kremlin que no puede sostener una guerra indefinida mientras depende de la financiación exterior”.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, respaldó la declaración señalando que las nuevas sanciones “tienen como meta colapsar las vías de financiación energética que sostienen el aparato militar ruso”. Además, adelantó que Estados Unidos está trabajando con socios europeos y asiáticos para bloquear la flota fantasma de petroleros que Moscú usa para esquivar las restricciones.

Las reacciones internacionales no se han hecho esperar. Mientras Bruselas aplaude la medida y prepara su propio paquete complementario, Pekín ha expresado “preocupación” por la estabilidad de los mercados energéticos globales. En cambio, Nueva Delhi ha mantenido una postura ambigua: aunque reduce sus compras de crudo ruso, evita alinearse públicamente con Washington.

Los analistas coinciden en que este endurecimiento de las sanciones marca un nuevo punto de inflexión en la estrategia económica de Estados Unidos. Con elecciones a la vista y un escenario global cada vez más volátil, Trump busca equilibrar la firmeza ante Moscú con el control de los precios internos de la energía, consciente de que ambos frentes podrían definir el pulso político en los próximos meses.