El Sahel en la cuerda floja: riesgos nucleares y geopolíticos que sacuden África y el mundo

El Sahel en la cuerda floja: riesgos nucleares y geopolíticos que sacuden África y el mundo

El analista Andrew Smith advierte sobre un cambio crítico en la geopolítica global con la caída potencial de Mali, Burkina Faso y Níger, y el resurgimiento de riesgos nucleares provocados por nuevas pruebas de misiles de EE. UU. y Rusia. Este reportaje examina cómo estas dinámicas impactan a África y Europa en un contexto lleno de incertidumbre.

Cuando hablamos hoy de la seguridad global, pocos temas resultan tan inminentes y complejos como la conjunción entre la expansión militar nuclear y la inestabilidad sociopolítica en África, en particular en el Sahel. Andrew Smith, del Centro para el Bien Común en la Universidad Francisco de Vitoria, nos ofrece una mirada profunda al fenómeno. ¿Cómo se relacionan las maniobras de superpotencias como Estados Unidos, Rusia y China con lo que sucede en los países africanos Mali, Burkina Faso y Níger? La respuestas no son simples, y aquí desgranamos sus implicaciones más directas.

Los riesgos nucleares y la nueva partida geopolítica

En primer lugar, debemos entender el contexto actual: el fin anunciado de los tratados START y de no proliferación en 2025 abre una nueva era. Un periodo cargado de incertidumbres que no solo afecta a potencias como EE. UU., Rusia o China, sino que podría alterar el equilibrio mundial por completo.

Smith observa que tras la exhibición rusa del misil de crucero y el torpedo con propulsión nuclear autónoma, Washington no perdió tiempo en responder con sus propios tests balísticos. Esta dinámica de acción y reacción refleja no solo la intención de no mostrarse débil, sino también un juego peligroso donde, irónicamente, se ‘equilibra’ una balanza que sigue pendiendo hacia la amenaza.

Además, el experto no deja de recordar la obsesión atómica del expresidente Trump, quien desde la crisis de los misiles en Cuba siempre mantuvo el foco en potenciar la fuerza nuclear como elemento de disuasión y poder. Aquellas sombras del pasado parecen cobrar nueva vida, sin un camino claro que apacigüe las tensiones.

La crisis que asola al Sahel: Mali, Burkina Faso y Níger en la cuerda floja

Pasando al continente africano, este trío de países enfrenta una tormenta perfecta. La capital maliense Bamako se halla sitiada por grupos yihadistas, en lo que Smith denomina la ‘estrategia de la fruta madura’ —es decir, aprovechar que la fruta está a punto de caer para recogerla sin gran esfuerzo, o en este caso, provocar el colapso del régimen.

El régimen del coronel Assimi Goita podría derrumbarse pronto, quizás en semanas, según anuncia Smith. Y con su caída, el efecto dominó amenaza con extenderse hacia Burkina Faso y Níger, reabriendo un foco de inestabilidad cuyo eco recuerda, por trágica comparativa, a la situación del Levante entre 2014 y 2017.

Pero no se trata de una simple crisis local o regional; el papel de Rusia aquí es crucial y multifacético. El Africa Corps —heredero de Wagner—, aunque a la defensiva y con recursos limitados, representa una estrategia de Moscú para garantizar influencia en la zona, sobre todo por el acceso a recursos fundamentales como el uranio y las tierras raras, especialmente en Níger.

Las implicaciones para Europa y una reflexión sobre el enfoque hacia África

No es para menos que Europa y, muy en particular, España estén en alerta. La presencia de más de mil ciudadanos españoles en Mali añade una urgencia evidente. Lo inquietante, apunta Smith, es la ausencia clara de un plan de España respecto al Sahel, mientras que otros países ya mueven fichas para evacuaciones.

La cuestión es, ¿cómo abordar estos desafíos de manera eficaz? Smith lanza una crítica bien fundada al paternalismo y a la ayuda tradicional, proponiendo un paradigma distinto que priorice el comercio y la construcción de instituciones sólidas en África. Sin estas bases, advierte, el riesgo de nuevos Estados fallidos seguirá acechando.

Quizás sea hora de darle la vuelta a la moneda y pensar en cooperación basada en respeto mutuo y sostenibilidad, no en intervenciones que a menudo complican más el entramado local. Una invitación imprescindible para repensar políticas y estrategias.